CARLOS ALBERTO MARTÍNEZ

México en estanflación

Entendemos por estanflación: inflación, crecimiento lento o nulo y, elevado desempleo. Cada vez existe más evidencia de que las economías desarrolladas están en desaceleración en un entorno de altos niveles de inflación. En el caso de México, es claro que ya experimenta una clara estanflación. Nuestro caso es emblemático pues debimos ser los beneficiados por la reconfiguración de las cadenas de producción internacionales producto de la intermitencia que hemos visto en los últimos 3 años, así como por la guerra en el centro de Europa. Teniendo un acuerdo comercial preferencial con EU y Canadá es para que en estos momentos estuviéramos recibiendo la investigación, desarrollo y  producción de empresas como Apple que ha decidido cerrar su producción en China o los medicamentos que se consumirán por décadas en la región norte y centro del continente.

Nos la hemos vivido en mucha política y nada de economía, por tanto, el país no es actor relevante en términos de tecnología, innovación en el sistema financiero, salud, alimentación y protección al medio ambiente. En materia económica, desde el arranque del actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, nos ha costado trabajo llamarles a las cosas por su nombre. Así, fue difícil admitir que entre 2018 y 2019 asistimos a una recesión y que la inversión tanto pública como privada no ha hecho más que caer sistemáticamente producto del inadecuado ambiente de negocios y la falta de cumplimiento del estado de derecho. Lo mismo se aprecia con la calificación de la deuda del soberano en dónde al no perder el grado de inversión dejamos de ver la realidad de que en estos momentos no existe posibilidad alguna de subir la calificación.

Tres secretarios de Hacienda, Carlos Urzúa, Arturo Herrera y Rogelio Ramírez de la O en poco más de 3 años puede abrirnos un espacio para reflexionar sí más allá de la caratula de cifras agregadas macro, las cosas en nuestra economía, han estado en la dirección correcta. Es de aplaudirse la disciplina presupuestal que ha desplegado el presidente, sí bien con relación al PIB, no hubo endeudamiento del gobierno durante la pandemia, también; la mexicana fue la economía de la OCDE que más cayó, haciendo que la recuperación esté siendo casi inexistente.

El mundo económico sigue sin querer ver que la economía global está en el precipicio de la recesión, inflación, pobreza y marginación ya no hay forma de detener la caída. En este entorno, el país viene de caer -7% del IV18 al IV21 cuando Turquía y Finlandia crecieron 17%. El conformismo y la autocomplacencia no ayudan a los que hemos pretendido ayudar al gobierno o a las empresas en su toma de decisiones. La coyuntura histórica para ser actores en la nueva conformación de la arquitectura económica global con el gobierno de cambio que hemos tenido por 4 años, son elementos suficientes para actuar hacia adelante, pues de remesas, algo de turismo y exportaciones no podemos seguir viviendo y menos sacar a millones de la pobreza.

 

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