Me atrevo a decir que al Partido Revolucionario Institucional (PRI), las y los ciudadanos mexicanos suelen asociarlo con corrupción, robo, traición o engaño. Entender un poco el posicionamiento positivo, negativo o neutro de la marca PRI es fácil, solo piense con qué asocia a esta marca política o recuerde qué le dicen o qué ha escuchado de este Partido en la calle.
¿Sabe usted por qué tiene el PRI este posicionamiento? Lo común y correcto, es decir que la marca está muy mal vista –en términos generales-, porque han hecho cosas muy malas. Sin embargo, ahora se lo explico desde la perspectiva del cerebro humano y las neurociencias.
Al cerebro humano le interesa proteger a la persona, de ahí que su esfuerzo y trabajo esté enfocado en mantenerse alerta para ir resolviendo las circunstancias del día a día. ¿Cómo lo hace? Ahorrando energía y para ello simplifica y elimina la aburrido y lo innecesario.
Esto lo quiero enfatizar: el cerebro ahorra energía para destinarla a garantizar la sobrevivencia de la persona y la mejor manera de ahorrarla es, eliminando o evitando aquello que es innecesario.
Ahora le pongo como ejemplo a un partido político y su candidato en campaña. Partido y candidato insistirán a los electores que conozcan y contrasten sus programas y promesas de campaña. Pedirán que la gente razone y elija. El problema, es que precisamente esto es lo que el cerebro humano evita cuando detecta que es aburrido o innecesario. Recuerde que pensar requiere energía y el cerebro necesita ahorrarla para proteger a la persona.
Ahora bien, ¿y qué tiene que ver esto con el dirigente del PRI, Alejandro Moreno (Alito) y la traición que le jugó a la alianza Va por México en el tema de militarizar a la Guardia Nacional hasta el año 2028? Bueno, pues la marca PRI profundiza en la mente de los electores su descrédito, su mala imagen y pésima reputación y fija aún más las asociaciones negativas que tiene la gente con esta marca.
¿Por qué? Porque el cerebro de los electores en lugar de razonar lo que el PRI les puede ofrecer como marca, preferirá ahorrar energía y hacer sus juicios en razón de asociaciones como: el “PRI es igual a corrupción, el PRI es igual a robo”, etc.
Esto se explica con algo que se llama “almacenes asociativos”. Con estos almacenes trabaja el cerebro humano. ¿Y qué son? Bueno, pues debo decir que los conocimientos, prácticas, emociones y experiencias de cada consumidor de una marca, se organizan en su cerebro a partir de esquemas semánticos interpretativos que la memoria utiliza para ahorrar energía.
Así de claro. Así de simple.
Pero para ser congruente con lo que le he dicho y porque sé que al cerebro humano –en general- le cuesta trabajo razonar, todo lo anterior lo resumo en una idea:
La traición de Alito Moreno solo profundizará la asociación negativa que genera la marca PRI en el cerebro de las personas.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.
@christian_gtz