DIONEL SENA

Sena de Negros / La madurez política que tanto necesita Durango

A casi tres meses de la elección que llevará a Esteban Villegas Villarreal a jurar como gobernador constitucional de Durango el próximo 15 de septiembre, todavía es tiempo que quienes no se vieron favorecidos con el sufragio de los duranguenses, insisten en no reconocer los resultados de esa elección y de manera poco entendible aún quieren impugnarla, aunque los argumentos cada día lucen menos creíbles y convincentes, no por nada, esta misma semana, según editoriales nacionales, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación estaría por confirmar la victoria en las urnas del nacido en San Juan del Río, la cual, por cierto, arrojó una diferencia de 100 mil votos en relación a la candidata de la coalición «Juntos Hacemos Historia», la cual, parece o estar mal asesorada o no entender que es momento de ver hacia adelante y darle legitimidad a la voluntad de quienes acudieron a las urnas aquel domingo 5 de junio.

 

Normalmente cuando alguien que se dedica a la política se niega a aceptar un resultado electoral absolutamente adverso, en algunas ocasiones, se debe a que o están mal asesorados o de plano, no tienen la madurez política para aceptar una realidad absolutamente inobjetable, lo que resulta muy riesgoso y marca de manera negativa, una relación con quien iniciará su mandato, contrario a lo que por ejemplo, hizo el propio Esteban Villegas en el 2016, el cual al día siguiente de aquellos comicios salió a reconocer la voluntad ciudadana, aún y cuando, la diferencia entre ambos era de apenas 2 puntos porcentuales e incluso, acudió a la toma de protesta del todavía gobernador del estado José Aispuro Torres, lo que le permitió a Durango ver hacia adelante, legitimar aquella elección y permitir gobernar, lo que está claro que en este caso, los morenistas no están dispuestos a hacer, lo que irremediablemente les va a generar altos costos de todo tipo y no hay que ser un genio para saberlo.

 

Aún se recuerda aquel momento de reflexión del propio Villegas Villarreal, el cual después de aquellas elecciones del 2016, decidió rechazar una candidatura federal en el 2018, en una clara lectura de aquella marea política que se avecinaba, por lo que optó por empezar la construcción de su proyecto desde el Congreso del Estado, en donde ocupó una curul que le permitió incluso ser presidente de la Junta de Coordinación Política, camino en el que lo acompañó un equipo de trabajo leal, capaz y muy diferente al que tuvo en aquel 2016, el resultado fue muy diferente, lo que habla de la capacidad y adaptación de sus colaboradores a los tiempos que se requerían para aportar en esa victoria que al final, fue por demás convincente, equipo del que seguramente necesitará ahora para gobernar.

 

Con esta postura, hay quienes piensan que tanto Marina Vitela como sus allegados, están tratando de «ganar» incluso perdiendo, es decir, tratando de sacar algún tipo de beneficio de todo esto, algo que difícilmente, el gobernador electo va a aceptar y podría ocurrir exactamente todo lo contrario, pues Esteban Villegas aprendió mucho de aquel descalabro electoral del 2016 y seguramente, no se prestará al chantaje de nadie para gobernar, por lo que una vez que inicie su mandato, lo hará con mano firme al momento de tomar decisiones, por lo que la ambición y la voracidad de algunos, no van con él y eso ya deberían de saberlo quienes estén tratando de ponerlo contra la pared, no vaya a ser que se les volteé el chirrión por el palito, pues hasta ahora, la actitud mostrada al no aceptar los resultados, podría resultar absolutamente contraproducente.

Al tiempo…

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