ESTADOS OPINIÓN YAMIRI RODRIGUEZ

Doble remolques y tráileres, un peligro para los veracruzanos

Foto: El CEO

Por Yamiri Rodríguez Madrid

La circulación de unidades de doble remolque y de tráileres ha cobrado miles de vidas en México y en Veracruz. En varias legislaturas federales se han presentado iniciativas para prohibir o regular su circulación, pero, los intereses económicos, han pesado más que las tragedias que han ocasionado.

Héctor Yunes Landa, como diputado federal y como senador, presentó iniciativas para evitar que los doble remolque circularan ya por las carreteras nacionales; la más reciente fue la de la diputada, también priista, Lorena Piñón.

Aquí en la capital veracruzana, tráileres, sin inspección, han provocado luto y dolor en muchas familias, al circular a exceso de velocidad, con conductores bajo el influjo de sustancias nocivas, cansados o bien, en unidades que no estaban al cien por ciento, con fallas en frenos u otras condiciones mecánicas.
Se había restringido supuestamente su paso, de 22 a 6 horas, para evitar que circularan entre los coches y reducir riesgos, pero fue un tema momentáneo, porque nos pasan a toda velocidad por Lázaro Cárdenas y hasta por el Circuito Presidentes.

Otro caso muy lamentable se dio en Alvarado con un tráiler que por una imprudencia provocó el accidente de motociclistas. Sadai del Carmen era miembro de Chicas Bikers Veracruz y también de la Confederación Internacional de Mujeres Biker. El 29 de octubre del año pasado sufrió un fuerte accidente sobre la carretera federal Laguna Verde- Palma Sola, en el que perdió su pierna izquierda. Un trailero, para no variar, invadió el carril y casi le quita la vida.

Su familia narra que, aun teniendo pruebas, la Guardia Nacional no hizo nada al respecto y ahora el fiscal del caso liberó la unidad sin que el trailero o la empresa se hicieran cargo de la reparación del daño. ¿Por qué así de fácil? ¿Qué le dicen a la víctima y a su familia?

Sadai es una mujer fuerte que está saliendo adelante gracias al ánimo que le inyecta su hijo, sus padres, hermanos y amigos; sus heridas físicas siguen sanando, pero el hecho que le ha cambiado la vida en 180 grados no puede quedar impune.

Muchas otras personas han muerto precisamente por la imprudencia de conductores irresponsables, que avientan la lámina sabiendo que, por sus dimensiones, nadie se les va a atravesar.

Urge que nuestras autoridades, de los tres órdenes de gobierno, metan en cintura a dueños y conductores de este tipo de unidades; que dejen de hacerse de la vista gorda ante el cúmulo de imprudencias que cometen. Son vidas las que están en riesgo cada vez que uno pasa frente o junto a un tráiler o un doble remolque.

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