Fernando Schutte Elguero
El juego de las cifras en materia de seguridad pública en México, se ha convertido en un verdadero circo en donde el gobierno y la oposición (que no necesariamente son partidos políticos), hacen malabares para tratar de demostrar alzas y bajas comparativas entre los diferentes años y mandatos políticos. La verdadera tragedia es la politización de la seguridad pública, misma que en nada ayuda a fortalecer las acciones para su disminución
Tomando en cuenta que el homicidio es un delito del fuero común, son los estados que conforman la federación, quienes tienen bajo su responsabilidad el generar políticas de prevención, pero además perseguir a quienes asesinan, juzgarlos y sentenciarlos, luego ponerlos y mantenerlos en prisión, por supuesto readaptándolos socialmente. Todo ello parece sencillo pero, muchos de los crímenes se cometen con armas de fuego (68.1%), de las cuales se calcula que el 80% son de uso exclusivo de las fuerzas armadas, por lo que eso podría hacer que los delitos fueran federales, de la misma manera, mucho de los homicidios son perpetrados por la delincuencia organizada, como podemos ver existe la concurrencia en el tipo de delito y también la existe en su combate, aunque dicho de manera objetiva, no hay grandes diferencias entre los gobiernos a través de los años y los gobiernos estatales y municipales han sido terriblemente ineficientes, pidiendo ayuda al gobierno federal, en recursos humanos y económicos.
En el periodo de Salinas de Gortari, hubieron 76,767 homicidios en el país, 80,671 con Ernesto Zedillo, 60,280 con Fox (aunque durante su mandato los secuestros y asaltos a mano armada, subieron de manera escandalosa), 120,463 muertes violentas con Felipe Calderón, con Enrique Peña 156,066 (sin tomar en cuenta las desapariciones), en lo que llevamos del sexenio hay hasta mayo del 2023, 169,399 muertes por homicidio, con lo que el sexenio de AMLO, aparecerá como el más violento en los últimos 35 años. Con todo y ello se habla de que el homicidio doloso está a la baja y esto es cierto si contamos los meses o periodos más violentos y tendríamos también que revisar de que manera se contaban los homicidios en el pasado, ya que durante muchos años se maquillaron las cifras de manera irresponsable.
Lo cierto es que México sigue siendo un país sumamente violento y peligroso, mucho se ha hablado de la política de AMLO de “abrazos y no balazos”, pero poco se habla de que lo que realmente necesitamos para disminuir la inseguridad de los ciudadanos. Las muertes son de mexicanos, sin importar si son civiles o militares o sin son delincuentes o gente que iba pasando.
El la época en que Marcelo Ebrard fue Secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México, y con la asesoría de Rudolph Guiliani, se intentó llevar a cabo una política de cero tolerancia, bajo el esquema de “no más ventanas rotas” sin embargo fue ampliamente criticada por la oposición al entonces Jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador. Esa oposición, igual que la actual, parece no entender que los robos son delitos también, asi como el daño a la propiedad ajena y como esos muchos más. La seguridad pública debe verse de manera intergral, si cuidamos nuestro país para que no hayan delitos menores, habrá mayor eficiencia es disminuir los más graves.
A mi parecer el problema más grave está en el sistema de justicia, ciudades como la de México, destacan en la corrupción que impera, tanto en el MP, como en los jueces, por cierto en México tenemos 2.3 jueces por cada 100,000 habitantes, cuando la OCDE recomienda un estándar de 65 por cada cien mil habitantes.Con el actual problema de impunidad, será imposible acabar con la inseguridad en nuestro país. Con Marcelo Ebrard, nació el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública que me tocó presidir, con él organizamos la Marcha Blanca, de 27 de Junio de 2004, la más grande de la historia con dos millones de mexicanos solo en la Ciudad de México. Ahora la ciudadanía ha sido excluida, entiendo que había “Organizaciones de la Sociedad Civil” que había hecho de sus organizaciones un negocio, pero pueden y deben existir alternativas honestas, que represente los intereses de los ciudadanos…, ojala!
@FSchutte
