FERNANDO IRALA

Concatenaciones / A la porra

De manera sorpresiva, pero no sorprendente, el Presidente anunció la renuncia de su secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, sobre cuyas razones para botar el arpa se ha especulado, aunque la principal incógnita no es por qué se fue, sino cómo aceptó colaborar con un gobierno en el que su perfil nunca encajó.

En el colmo, lo más estridente no fue la salida en sí, sino la aparatosa negativa del mandatario a corresponder al abrazo de despedida de su excolaboradora, que a partir de entonces se fue, como ella misma dijo, a la porra.

Diversos temas están a punto de hacer crisis en el ámbito de la Secretaría de Economía.

De los dos más notables, el primero, el inminente establecimiento de un panel sobre la controversia iniciada por Estados Unidos y Canadá debido al incumplimiento mexicano de los términos del TMEC en materia de energía.

Y el segundo, el ascendente comportamiento de la inflación, más el nuevo intento de hacer funcionar un pacto con productores y comerciantes que dio resultados contraproducentes en su primer intento, y la escandalosa liberación de los controles sanitarios sobre la importación de alimentos, a cambio del compromiso de empresas de mantener y bajar sus precios.

Todo ello, aunado a la conocida posición antimilitarista de Tatiana, hizo reventar el hilo hace más de dos meses, aunque el desenlace apenas se hizo público.

No está claro que el relevo vaya a resultar de alguna ayuda a la hora de enfrentar los pendientes. No lo hará particularmente en la solución de la controversia en el TMEC, en que se requiere modificar la línea de exclusión y hostilidad contra la inversión extranjera. Todo parece indicar que se mantendrá la visión estatista y monopólica, y que el asunto derivará en fuertes sanciones contra México, e incluso en la muerte del tratado.

Lo sabremos pronto.

Por otro lado, como acotación, el abrazo negado al despedir a la señora Clouthier también tiene una explicación evidente. En este régimen los abrazos están dedicados a los delincuentes, no a las personas de bien.

Así estamos.

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