FERNANDO IRALA

Concatenaciones / Presuntos implicados

 

Como una bomba de efectos retardados, el presunto plagio de la tesis con la que se tituló como abogada la actual ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel, ha dañado para siempre la imagen de la jurista, pero también ha puesto en jaque a personas e instituciones a su alrededor.

Para empezar, ha salido a relucir su directora de tesis y ahora primera defensora, Martha Rodríguez, de la que además se sabe que asesoró no dos, sino cuatro exposiciones de idéntico tema y contenido similar, además de una prolífica conducción de este tipo de disertaciones que ahora concentra sospechas y teorías de un gran sistema de compra venta académica.

Necesariamente resulta implicada la Universidad, en cuyo seno tuvo lugar el ya añejo hecho, sobre todo por el elemento de que, si se demuestra, se trata de una práctica serial en la que podría haber otras complicidades, y resulta de por medio la ética y el prestigio de nuestra máxima casa de estudios.

En el contexto en que ha ocurrido la denuncia, también destaca no sólo el hecho de que en la más alta autoridad judicial tenemos una integrante verosímilmente cuestionada, sino que esa persona pretende presidir la institución, lo cual debe dirimirse en estos días, en un escenario contaminado a partir de este tema.

Ello involucra a los otros diez ministros, quienes a la hora de elegir su presidente tendrán que recordar por el bien de la Corte aquella reflexión de la época del imperio romano: la mujer del César no sólo debe ser honesta; debe además parecerlo.

Se involucra incluso el presidente de la República, no sólo porque él propuso a la hoy ministra, sino porque visiblemente se trata de su candidata para encabezar la Corte, y sus expresiones luego de la denuncia de plagio han ido en el sentido de defenderla e incluso descalificar a su principal oponente, pese a que se trata de un poder autónomo, y atacar a quien hizo la denuncia y a todos quienes se le parezcan.

Así, lo que en otros países hubiera sido motivo para provocar renuncias o simplemente cancelar aspiraciones de poder, aquí está en vías de convertirse en un sainete, del que nadie saldrá bien librado. ¡Qué cosas!

 

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