HÉCTOR HERRERA ARGÜELLES

El desprecio por la ciencia

“Nada sucede por casualidad, en el fondo las cosas tienen su plan secreto,
 aunque nosotros no lo entendamos”:
Carlos Ruiz Zafón
Lo primero que hay que decir es que, el Estado Mexicano ha mostrado durante años, un profundo desprecio por la ciencia y la tecnología. Los datos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) son bastante claros. Por lo menos, durante la última década el presupuesto destinado al desarrollo científico y tecnológico ha sido ínfimo.

En ese periodo, México ha destinado a la ciencia y tecnología apenas un 0.51 % del PIB en promedio, cuando la mayoría de las naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destinan el 2.5 %. Por ejemplo, Corea invierte el 3.74 % de su PIB para el sector científico y tecnológico.

Un diagnóstico de la OCDE indica en líneas generales que, México padece las consecuencias de un entorno de innovación débil, así como un nivel bajo de inversión en el sector tanto del sector público como del sector privado. Vivimos de la transferencia tecnológica.

En este contexto, toma relevancia la acusación de delincuencia organizada de la Fiscalía General de la República (FGR) contra 31 funcionarios y científicos ligados al Conacyt, así como a una asociación civil denominada Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

En particular, es notorio el señalamiento contra Enrique Cabrero quien fungiera como director de Conacyt, ya que, toca las fibras más sensibles de la UNAM. Recientemente Cabrero fue electo como integrante de la Junta de Gobierno, uno de los principales órganos de dirección de la máxima casa de estudios. Cabe mencionar que, nunca antes un integrante de la Junta que- entre otras responsabilidades es la de elegir al Rector-, había sido señalado por la justicia. Soy de la idea que, mientras la Fiscalía dirime las investigaciones, Cabrero tendría que separarse de su nuevo cargo para no enturbiar su nueva responsabilidad.

Cabrero y los 30 científicos gozan de la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario, sin embargo, considerando como lo han hecho el Rector Graue, así como los directores y directoras de Facultades y Escuelas de la máxima casa de estudios que es notoria la “improcedencia de los delitos graves” de los que se les acusa, no tendría que existir pretexto para encarar sin temor a la ley, ya que como ha dicho el Presidente López Obrador: “Quien nada debe, nada teme”.

Cabe razón al Rector Graue cuando dice que la acusación es desproporcionada y que los “científicos no deben ser juzgados como delincuentes”. Sin embargo, y, por ejemplo, la Ley Federal para la Prevención e Identificación de operaciones con recursos de procedencia ilícita publicada en el 2012 es muy puntillosa en varias áreas. En la sección segunda relativa a las Actividades Vulnerables considera en el artículo 17 en su numeral XIII que “La recepción de donativos, por parte de las asociaciones y fines de lucro, por un valor igual o superior al equivalente a un mil seiscientos cinco veces el salario mínimo vigente en el Distrito Federal” tiene que ser objeto de aviso a la Secretaría de Hacienda. ¿Así se hizo?

María Alvarez-Buylla, actual directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología reveló que el Foro Consultivo recibió entre 2012 y 2018, más de 570 millones de pesos para cubrir gastos de operación incluidos choferes, celulares, comidas e incluso viajes al extranjero. En tanto, el Presidente ha señalado que no hay persecución, pero que, la danza de cifras entre los 31 científicos debe aclararse.

He transitado las veredas académicas como alumno y como profesor, y más allá de la defensa a ultranza de los científicos indiciados, he encontrado posiciones divergentes de quienes coinciden con el Presidente respecto a que la investigación se lleve como dirían los clásicos hasta “sus últimas consecuencias”, así como de quienes resaltan el abandono de la actividad científica y tecnológica, y se quejan de los “privilegios” de los que gozan algunos funcionarios, académicos e investigadores de las instituciones de educación pública superior.

La periodista Nancy Flores expone en las redes que” parece que no queda claro que el origen del dinero no tiene que ser ilegal para que con él se cometan ilícitos: los científicos se unieron para defraudar a la nación. Crearon una AC para darse la gran vida pagada con dinero de Conacyt”, mientras que un grupo de jóvenes investigadores algunos de ellos becados por el organismo destacan en una página de Facebook llamada “Semillero de Investigadores” que: “También en la ciencia hay corrupción, no romanticemos la profesión”.

La acusación contra los 31 científicos revela también el abandono y el desprecio que existe en México hacia la ciencia y la tecnología, situación que no es novedosa, ni coyuntural.

Una lección que todos y todas debemos aprender en medio de la pandemia es que mientras permanezca el desprecio hacia la actividad científica a todo nivel, una nueva pandemia nos volverá a tomar en pañales. Creo que basta con observar a diario los números de la pandemia. Las cifras, aunque lo duden, están ligadas al desprecio hacia la ciencia y la tecnología.

En tanto, los 31 científicos tendrán que explicar a dónde fue a parar todo ese dinero.

De la libreta

° Es preocupante el nivel de odio y agresión del que son objeto el Presidente y su esposa, la Dra. Beatriz Gutiérrez. Está fuera de todo proceso racional.

° El Senador de Morena, César Cravioto, quien es suplente del ahora Secretario General de Gobierno de la CDMX, Martí Batres, será el nuevo vocero de la bancada de Morena. Dicen que para poner orden. ¿Será?

° En Palacio Nacional cuentan que el nuevo grupo plural en el Senado que integran 5 legisladores y legisladoras, entre ellos Germán Martínez y Emilio Alvarez Icaza, trae la bendición presidencial. Dice Martínez que le tienden la mano al Presidente, así o más claro.

° Julio Scherer sigue operando para el Primer mandatario. Está construyendo la candidatura de Claudia Sheinbaum y le acompañan en esa tarea, el coordinador de delegaciones federales, Carlos Torres; el director del IMSS, Zoé Robledo; y la familia Alcalde.

@HectorHerreraAR

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