JESÚS ZAMBRANO

AMLO cruzó la línea

Durante lo que va de este sexenio hemos sido testigos de los constantes y sistemáticos ataques del presidente de la República contra periodistas, líderes de opinión y activistas de la sociedad civil que, ejerciendo su derecho a la libertad de expresión, han criticado y exhibido la corrupción de su gobierno.

Sin embargo, durante la mañanera del pasado viernes 11 de febrero, al divulgar los supuestos ingresos del periodista Carlos Loret de Mola y después solicitar al SAT que verifique y exhiba de dónde provienen tales ingresos, el presidente López Obrador cruzó la línea de la legalidad, la democracia y la sensatez.

 

  • Cruzó la línea de la legalidad para convertirse en un delincuente flagrante al violar el derecho humano a la protección de los datos personales consagrado en el artículo 16 de la Constitución. La Barra Mexicana de Abogados, a través de un desplegado, advirtió que, al revelar los ingresos del periodista, López Obrador también violó el derecho de los contribuyentes al secreto fiscal, como lo establece el artículo 69 del Código Fiscal de la Federación.

 

  • Cruzó la línea del terreno democrático para posicionarse en el autoritarismo al hacer uso del aparato estatal para obtener información privada y utilizarla para intimidar y perseguir a periodistas que lo critican. Este suceso coincidió con la publicación del Índice Global de Democracia 2021 de The Economist según el cual nuestro país pasó de ser una «democracia defectuosa» a un «régimen híbrido» que se dirige peligrosamente hacia el autoritarismo.

 

  • Cruzó la línea de la sensatez, López Obrador ha perdido la cabeza, está actuando de manera irracional y desesperada por la defensa de su hijo y de sí mismo. El reportaje de la llamada “Casa Gris” demostró el conflicto de interés, tráfico de influencias y corrupción de Carolyn Adams, esposa de su hijo José Ramón López Beltrán, pero también exhibió la doble moral del presidente y su falso discurso de incorruptible.

El presidente está desesperado, ya no sabe que distractor usar para sacudirse el vergonzoso y bochornoso acto de corrupción. Lleva dos semanas intentando de todo: primero propuso poner “en pausa” las relaciones con España; luego arremetió contra Estados Unidos porque supuestamente está financiando las investigaciones de la organización civil Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad; y ahora hace una solicitud formal al INAI para que investigue y transparente los ingresos de un privado (ahora varios privados más), cuando sabe que el organismo no cuenta con facultades para ello.

Pero al mismo tiempo que López Obrador cruzaba estas líneas, la sociedad traspasaba la frontera de la pasividad y el asombro. Ese mismo viernes, pero por la tarde-noche y frente al cínico abuso de poder del presidente, la sociedad de manera espontánea se encontró en un Space organizado por @SocCivilMx para hablar sobre lo sucedido en la mañana. Fueron más de diez horas de un ejercicio democrático en el que participaron más de 100 hablantes y en el que se conectaron más de 65 mil personas de forma simultánea, rompiendo todos los records de las “benditas redes sociales”.

Hay un hartazgo de la ciudadanía cada vez más visible y generalizado. La última encuesta de El Financiero así lo exhibe, la aprobación del presidente en el mes pasado cayó 7 puntos porcentuales y eso que estas cifras no alcanzaron a incorporar el efecto de la llamada “Casa Gris”.

La ciudadanía llegó al hartazgo de un presidente que, en medio de la peor crisis de violencia contra la prensa, se comporta como sicario contra periodistas desde su púlpito mañanero. El presidente cruzó la línea y para la sociedad no hay vuelta de regreso.

 

Jesús Zambrano Grijalva

@Jesus_ZambranoG

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