El presidente López Obrador se sumó al llamado de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el viernes pasado llamó a la ciudadanía a no salir a las calles de no ser absolutamente necesario, así como a retrasar las reuniones y los regalos navideños hasta que sea posible.
Este es el llamado más urgente que ha hecho el primer mandatario desde el inicio de la pandemia, y es que la realidad ha rebasado a las autoridades capitalinas, para quienes resulta casi imposible poner el semáforo en rojo, no sólo porque la economía se colapsaría, sino porque es posible que la ciudadanía no quiera acatar las medidas que ello implica.
Es ahora más necesario que nunca que los capitalinos entiendan que la emergencia sanitaria es realmente preocupante, porque la curva de hospitalizaciones se encuentra en franco ascenso, acercándose a las cifras que se presentaron durante los meses de mayo y junio del presente año.
En congruencia, Claudia Sheinbaum comenzó su segundo informe de gobierno con un toque de silencio militar, en homenaje a las 18 mil 037 personas que han muerto por Covid-19 en la capital del país hasta el 4 de diciembre.
“Vivimos tiempos difíciles por la pandemia de COVID-19 que ha representado para millones de habitantes mucho dolor por la muy lamentable pérdida de vidas humanas. La pandemia también provocó una crisis económica que ha implicado pérdida de empleos.
“Ha sido un año complejo; sin embargo, como siempre, las y los habitantes de la Ciudad de México han mostrado su temple, gallardía y participación para salir adelante”, abrió Sheinbaum en su discurso.
Para hacer frente a la pandemia, Sheinbaum anunció nuevas medidas, que se dan a dos semanas de la puesta en marcha del proyecto que contempla el uso de códigos QR en lugares públicos para detectar redes de contagio.
Sin embargo, los capitalinos desoyen el llamado a no salir de casa, para ellos es un color verde, por eso atiborran las calles y tienen tiempo para pasear en familia o comer sobre la banqueta.
Es común ver gente en las calles, plazas comerciales o restaurantes, nadie guarda la sana distancia y no les importa si la persona de al lado lleva bien puesto el cubrebocas o si se lo retiró para escupir o fumar.
Pero para mayor eficacia sería conveniente una mayor coordinación con la estrategia que a su vez esta llevando a cabo el gobierno del Estado de México, con la finalidad de cortar la cadena de contagios por covid-19.
De acuerdo con cifras oficiales, 29% de las hospitalizaciones en todas las instituciones que atienden a pacientes con el virus en la capital mexicana, son habitantes de la entidad que gobierna el priista Alfredo del Mazo.
Una alianza y coordinación entre los gobiernos de Sheinbaum y de Del Mazo es probable, pues desde el inicio de la pandemia han sabido ponerse de acuerdo por el bien de la población, dejando fuera los protagonismos y el golpeteo político.