LIC. ALEJANDRO ENCINAS,
SUBSECRETARIO DE DERECHOS HUMANOS:
+La obra maestra de la injusticia
es paecer justo sin serlo
Platón
Después de revisar la sintesis ejecutiva del informe de la Comisión de la Verdad y Acceso a la Justicia sobre el caso Ayotzinapa (CoVAJ) y ver el arresto de Jesús Murillo Karam, procurador General de la República cuando ocurrió la masacre en 2014, me surgen algunas certezas y muchas interrogantes.
De una parte, la CoVAJ habría cumplido con varias de las recomendaciones del segundo reporte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (GIEI), tales como el seguimiento a la información telefónica, la revisión de videos en poder de las FFAA y cambiar la narrativa para expresar la imposiblidad de hallar con vida a los 43 estudiantes.
Sin embargo, el informe de la CoVAJ deja la impresión de dar prioridad a los hechos de tortura -impactantes a nivel ético, pero también mediático y político-moviendo a segundo término las causas. Quedan varias lagunas y debería de esperarse que los 83 arrestos que pretende la Fiscalía General de la República arrojen luz sobre ellas.
En el caso de Murillo, no digo que sea una blanca paloma, pero creo que se vio atrapado en una maraña de capas de protección para intereses oscuros construida por los funcionarios civiles y militares involucrados, tanto en el caso como con el crimen organizado.
Baste como ejemplo que uno de los señalamientos del Reporte GIEI-II, (abril, 2016) fue precisamente que las investigaciones estaban fragmentadas, pues mientras la Oficina del Caso Iguala investigaba los hechos, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de la Delincuencia Organizada indagaba sobre Guerreros Unidos (GU) y Los Rojos.
Otra interrogante es Ángel Aguirre Rivero…
Pese a que su tardía renuncia a la gubernatura fue motivada por el caso Ayotzinapa, quedó como un personaje secundario. De hecho, nunca entendí por qué Enrique Peña Nieto, entonces presidente, no acotó el caso al ámbito estatal, aun cuando el delito fuera federal, de tal suerte que prevaleció que la Presidencia sería el principal responsable en vez del gobernador…
Otra de mis interrogantes es la importancia del móvil de la masacre y sus derivaciones. Desde 2014 se habló del quinto camión cargado de droga, el número 1531, que los jóvenes habrían tomado para su viaje a Iguala. En aquel entonces habría sido truqueado y, al final, no formó parte nodal de las investigaciones.
En la versión de la CoVAJ “se confirma el traslado del autobús (Ecoter), sin pasaje, hacia el estado de Morelos, librando todos los retenes establecidos.” Asimismo, el informe hace referencia a un retén en el cual anteriormente se decomisaron 120 kilos de heroína, pero de los cuales sólo aparecieron 24. Fácil es suponer que la droga pertenecía a GU, pero lo que queda claro es qué autoridad y de qué corporación estuvo a cargo del resguardo de la droga y por qué desaparecieron tantos kilos.
De no ser la droga perdida el móvil del ataque, quedaría la hipótesis de que GU habrían supuesto que Los Rojos trataban de arrebatarles la plaza, lo cual resulta poco plausible.
De la participación de militares del 27º Batallón en todo este siniestro seguramente saldrán muchas chispas. Era sabido que los militares estuvieron al tanto de los hechos desde el primer momento, ya que controlaban el C-4 de Iguala y Chilpancingo. Su inacción, se dijo entonces, fue porque no recibieron orden de intervenir. Inconcebible…
La FGR anunció que dentro de las órdenes de aprehensión previstas, hay algunas en contra de mandos militares. Habrá que ver si está incluido el general Alejandro Saavedra Hernández, responsable del 27º Batallón, quien posteriormente fue ascendido a Comandante de la IX Región Militar de Guerrero y, finalmente, a jefe del Estado Mayor de SEDENA hasta 2018. Inexplicable, por decir lo menos.
Aclarar de una vez por todas la noche de Ayotzinapa y procesar a los responsables sería una verdadera muestra de transformación y de combate a la corrupción por parte de este gobierno.
Esperemos que el arresto de Jesús Murillo no sea solo un golpe mediático. De otra manera, estaríamos frente a otro encubrimiento aun más espeso.
Veremos…
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