LEOPOLDO MENDÍVIL

CRÓNICA CONFIDENCIAL/ Cecilia Monzón: un crimen complicado

LIC. ROSARIO PIEDRA IBARRA,PRESIDENTA DE LA CNDH:                

 

 

                                                            +Lo preocupante no es la perversidad de los  malvados,

sino la indiferencia de los buenos.

Martin Luther King

 

 

La ejecución de la abogada y activista Cecilia Luz Monzón Pérez es un caso como de  novela negra. El crimen ocurrió en Cholula, Puebla, el pasado sábado a manos de dos sicarios que viajaban en motocicleta.

Monzón era defensora de mujeres violentadas, dado su compromiso con el  feminismo y su especialidad en Derecho Penal. En la entidad era un personaje destacado, al grado de  ser integrante de diversas asociaciones como Mujeres Líderes de las Américas.

¿Cómo es que ocurren tales crímenes en plena vía pública? Porque la probabilidad de impunidad es casi total. Considerando activistas de derechos humanos y ecologistas, durante el sexenio calderonista fueron asesinados 14, cifra que escaló hasta 161 en la administración peñista y con la 4T ya van 100.

Para mayor vergüenza, en 2020 México ocupó el segundo lugar mundial en crímenes contra activistas (30), muy por encima de Guatemala (13) y Nicaragua (12), países que vemos como inestables.

 

Pero también hay otras líneas de investigación a seguir y que podrían develar una sórdida telaraña política.

Monzón participaba en la vida política a través del PRI y del PVEM, lo cual la vinculó con personajes poblanos de alto nivel, con algunos de los cuales mantenía disputas legales. En un par de ocasiones pidió la protección de la Fiscalía de Puebla, pues había recibido amenazas de muerte; nunca le fue concedida.

De lo trascendido al día de hoy, la relación de la abogada con su ex esposo, Javier López Zavala, era cordial, aun cuando lo demandó por pensión alimenticia. Cabe resaltar que López Zavala fue secretario de Gobierno con el mandatario local Mario Marín (2005-2011). Hoy, Marín cumple condena en Quintana Roo por haber ordenado el secuestro y tortura de la periodista Lidia Cacho.

La abogada también interpuso una demanda en contra de Jorge Estefan Chidiac, por la falsificación de su firma en 2018. A la sazón, Chidiac era presidente del PRI-Puebla y Monzón ocupaba los primeros lugares en la lista de regidores para la alcaldía de Cholula; sin embargo,  mágicamente apareció en el lugar número 11 y no obtuvo el cargo. La Fiscalía del Estado de Puebla, a decir de medios locales, congeló la demanda.

Y aquí entra en escena un personaje oscuro, quien aparentemente usaba su condición de periodista para la extorsión: Arturo Rueda. Como él mismo decía, su trabajo era “administrar reputaciones” a través de la difusión de información comprometedora en el periódico Cambio, del cual era director editorial.

En 2015, Rueda intentó extorsionar a Estefan Chidiac, pero en febrero de 2022 evitó  la acción penal en su contra porque supuestamente no se concretó el delito. ¿Qué tal?

Un día antes de la ejecución de la abogada, Rueda fue detenido en la CDMX por órdenes de la Fiscalía poblana, acusado de lavado de dinero, evasión fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita, a partir de una investigación realizada por la Unidad de Inteligencia Financiera. Los trascendidos involucran en este caso a Ignacio Mier, actual líder de la bancada de MORENA en la Cámara de Diputados y aspirante a la candidatura de Puebla.

Además de colaborar en Cambio, Mier es socio y amigo de Rueda. El día de ayer afirmó que “a los amigos no se les juzga, se les acompaña” en las situaciones difíciles. También ayer y tal vez para obtener un trato preferencial en su caso, Rueda informó: “Ofrezco a @FiscaliaPuebla mis conversaciones con @monzon_cecilia de los últimos días…” y se lanzó a señalar a un primer sospechoso. ¿De qué hablaría con Monzón?

La ejecución de Cecilia Monzón demuestra que algo estamos haciendo muy mal en México cuando la resolución de disputas, sean por causas sociales o políticas, toman el camino de la eliminación definitiva de los oponentes.

Pero hay algo con lo que no contaron los asesinos intelectuales: Cecilia Monzón era ciudadana española y el gobierno de aquel país ha exigido una pronta y veraz respuesta.

 Así que tal vez, por esta ocasión, el crimen no quedará impune.

 

 

 

Investigación: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com

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