Depresivo, amargado, obsesivo, egocéntrico
¡Adivinen de quién hablaré! Persona que afecta, directa o indirecta, negativamente a sus más cercanos y/o a todos, debido –entre otros aspectos- a su personalidad egocéntrica y narcisista. No es empático con los demás.
Además, necio pues no acepta sus errores (culpa siempre a terceros o a sus “fantasmas imaginarios”) e insiste en mantener ideas o posturas equivocadas.
Adolece de lo que demuestra ser nada inteligente (sino perverso, vil, despreciable)
La RAE define necio como “ignorante, que adopta postura terca y caprichosa”
¿Les doy un tip? Sé que no lo necesitan, pero por cortesía lo hago: tabasqueño. Desde niño carga mea culpa por el asesinato de un hermano.
Este sobrepeso emocional, lo utiliza como defensa agresiva. Su arrogancia y soberbia son escudos para evitar que alguien, especialmente los periodistas dignos, éticos, no alineados, lo cuestionen sobre esa fatídica tarde del 8 de junio de 1969 cuando José Ramón López Obrador (15 años de edad) murió de disparo en la nuca con arma de fuego (Fuente: Rumbo Nuevo, Diario de la vida tabasqueña, 9 de junio 1969), de ahí su actitud siempre defensiva ante cualquier insinuación (de todo) que lo toma personal.
Estos desequilibrios mentales lo han llevado a la obsesión con su y el pasado, que le provoca depresión, porque sólo ve lo más negativo de lo que realmente es.
Dice el psicólogo madrileño, Rafael de San Román, que el obsesivo tiene una visión catastrófica del mundo, de los demás y de uno mismo que desencadena en procesos depresivos. Es decir, no son los hechos el problema, sino la manera cómo interpreta el pasado (neoliberales, conservadores, fifís, corruptos, etc.)
¿Ya dedujo quién es el necio y obsesivo? Desde luego, Andrés Manuel López Obrador, quien dice trabajar como Coordinador General de México- que por cierto lo hace mal- (por que no gobierna y menos sabe cómo se come eso) Padece depresión atroz por su exceso del pasado y ansiedad, sin considerar su futuro.
Insiste el Dr. San Román, “referir siempre al pasado como obsesión es síntoma de sufrimiento, desesperación y bloqueos mentales”
Andrés Manuel no es receptivo pues no suelta el pasado, que lo ancla al pretérito. “El pasado debe guardarse como un tesoro, no como una obsesión”, insiste el especialista.
Desde el inicio de su fallido gobierno, diciembre de 2018, López Obrador mostró que venía a cobrar venganza contra los mexicanos. Bastan 4 ejemplos contundentes de su odio hacia el pueblo bueno y sabio:
1.- Despidió a miles de burócratas, a quienes consideró corruptos, jamás comprobó, menos presentó pruebas de sus dichos.
No sólo desplazó empleados, sino dañó a millones de familias, a quienes quitó el ingreso digno del jefe de familia. También les retiró las guarderías infantiles (&#%” $)
2.- Ordenó (vilmente) desaparecer (no comprar) por su perturbada mente (austeridad republicana) medicamentos oncológicos pediátricos, suspender quimioterapias y frenar tratamientos en curso a niños. La Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), en palabras de su vocero, Rogelio Pinales, divulgó: de diciembre 2018 a julio de 2022, han fallecido por esas causas más de 6 mil 500 pequeños (las cifras del gobierno de la Transformación de 4ª, sólo reconoce 1600) ¡Infames!
3.- Se asoció, “cuida”, protege, perdona, cogobierna con la delincuencia organizada, a quienes da amnistía y libre control de las plazas. Este amasiato –ha reconocido en el Monologo de su Soberbia- los apapacha cuando dijo “cuidamos a las bandas porque también son seres humanos”. Ha provocado que, de diciembre de 2018 a julio del 22, se apilen más de 135 mil asesinatos dolosos, por balas de los carteles “cuidados” por Andrés Manuel
4º.- en sólo 4 años 10 meses empoderó y convirtió peligrosamente en el 4º Poder a las Fuerzas Armadas, especialmente al Ejército (bueno… a los mandos superiores Luis Crescencio Sandoval y corifeos. No a la tropa que sólo acata sin chistar órdenes), a quienes entrega dinero a manos llenas, poder, administración, presupuesto desorbitado, construcciones (Tren Maya, Central Avionera Felipe Ángeles, Refinería Dos Bocas) opacas, sin comprobar.
Administración, explotación y manejo discrecional de los puertos marinos, fronteras, aduanas, carreteras, aeropuertos, trenes. Inteligencia y contrainteligencia, migración. seguridad pública federal y estatal. Distribución de medicamentos, libros de texto gratuitos.
A 2022, el General Secretario de la SEDENA, Luis Crescencio Sandoval, manipula y controla más de 500 mil elementos armados, en un país pacifista por tradición republicana, pertrechos, aviones, tanques, tanquetas, helicópteros, drones.
En este año, el dadivoso, espléndido, depredador de los recursos económicos del país (presupuesto) decidió asignar una partida de 770 mil millones de pesos a las fuerzas armadas (Marina y Verde Olivo), ejercen el 11% de los dineros dignos, transparentes, limpios que a los mexicanos nos quita el brazo armado de Hacienda: el SAT) que en sus manos prostituyen.
Digo que es peligroso dar tanto poder a los castrenses, por ser una advertencia de López Obrador de que si las cosas no se le dan (ganar las elecciones del Estado de México y Coahuila el próximo año y la presidencial del 24) utilizará todo el peso del Estado para impedir, perder legalmente la elección. Para ello fusionó Guarda Nacional y Ejército.
Mi amigo y colega Manuel Aparicio Méndez, Director de www.radioexpresionmexico.com del noticiario “Hablando Claro” tiene una frase que pinta de pies a cabeza al necio, obstinado, depresivo, obsesivo y tóxico, López Obrador: “cuando Andrés Manuel menciona o filtra algo, es indicativo de que va imponer una decisión que dañará a los mexicanos”
No se equivoca Aparicio, la mezcla GN/Ejército es señal de que pasan a formar su guardia personal, como la tienen Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Miguel Díaz Canel, Bolsonaro, etc. “pa´lo que se ofrezca”. Insisto, de no triunfar en 2024 e imponer a una “corcholata”
¡¡Cuidado mexicanos!! el mensaje ha sido emitido.
Además de los “atributos psicológicos” que padece YSQ, se agrega otro perverso.
Me voy al significado de la RAE sobre Persona tóxica: aquel que afecta directa o indirecta negativamente a sus más cercanos, debido –entre otros aspectos- a su personalidad egocéntrica, narcisista. Es nada empático con los demás.
Evidencia su toxicidad cuando sus relaciones acaban siendo problemáticas, hace sentir mal a la sociedad y colaboradores. De manera directa abusa del pueblo bueno y sabio; manipula (a sus larvas, floreros, incondicionales -leales a ciegas- corcholatas, chairos, amlovers, botts)
Y digan si no, el tóxico (AMLO) desprende negatividad, pesimismo, desmotivación. Es autoritario y egoísta. Sabe llevar por donde él quiere (están conmigo o contra la Transformación de 4ª). “No me vengan con que la ley es la ley”. Ordenó ilegalmente, (porque “yo soy el poder”), la liberación del narcotraficante asesino y líder del Cartel de Sinaloa, Ovidio Guzmán López (hijo del Chapo Guzmán), cuando lo tenían sometido y esposado las fuerzas armadas en un exitoso operativo.
Psicólogos expertos de la UNAM sostienen que el estigma del inquilino de Palacio Nacional, es no abstenerse del pasado. Sigue victimizando el fracaso de su (des) gobierno al pasado, culpa a Felipe Calderón y a Enrique Peña. Se obstina con los hechos, personas o momentos idos. No deja ir al pasado, su excusa enfermiza.
Los especialistas de la psique acusan que Andrés Manuel “pretende cimentar del pasado su vida que no aporta logros, beneficios, por el contrario, lo mantiene estancado”.
En la cabeza de Andrés Manuel también se aloja la taquipsiquia, síntoma de algunos trastornos psiquiátricos como el bipolar o la esquizofrenia en donde sufre aceleramiento del pensamiento. Trae un sesgo cognitivo (conocimiento), propio de los seres humanos: la distorsión del paso del tiempo.
Este cuadro mental no es normal, como señala el concepto anterior: la distorsión del paso del tiempo. Como siempre está acelerado, a la defensiva, y victimizándose, López Obrador ya olvida sus palabras y más si se remontan a 2018, como candidato y ascensión al poder, dejó de proteger o sacar de la marginación “a los pobres” (4 millones más en su gobierno) y acabar con la inseguridad (135 mil asesinatos dolosos en sólo 4 años 10 meses).
Hoy presume que con más de 500 mil elementos armados de las fuerzas federales controlará y garantizará la tranquilidad… ¡¡yo no le creo!! Esos militares están listos para enfrentar al pueblo bueno y sabio; no a la delincuencia organizada. Ahí están las evidencias.
*Colaborador de los Grupos Editoriales Digitales pasaporteinformativo.mx, entresemana.mx, metropolihoy.com, gustavorenteria.mx, latitudmegalopolis.com
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