NÉSTOR OJEDA

Vuelta Urgente / Cuarto informe: todos son iguales

Durante más de un siglo México y los mexicanos hemos vivido gobiernos autoritarios y corruptos. En 1968 y 1988 hubo esfuerzos que cambiaron el rostro del país. Sin embargo el movimiento estudiantil y la ruptura del PRI como partido único no han sido suficientes para que vivamos en un régimen absolutamente democrático y sin corrupción.

Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador mienten. La Cuarta Transformación es una farsa y una repetición de lo que impuso Hugo Chávez y que tiene a Venezuela destruida. Claro que no son diferentes, claro que son igual de corruptos y mentirosos.

Ahí están los hechos: en el año dos mil corrieron millones de pesos ilegales a raudales para apoyar la campaña de López Obrador a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Está documentado hasta en video que los hermanos del Presidente, Pío y Martinazo, recibieron miles de pesos ilegales y el propio mandatario lo justifica. Resulta que cuando hubo desvío de recursos públicos en el pasado era corrupción y cuando le cae a su familia son “aportaciones”.

La virtual candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez, destruye el sistema de educación pública e impone un nuevo modelo que desvirtúa el conocimiento y la calidad, y lo disfrazan de avance. La misma funcionaria que quitaba el diez por ciento de su salario y sus pensiones a empleados, viudas y divorciadas del municipio de Texcoco para dárselos a Morena. Y hasta la presenta AMLO en La Mañanera ¡Qué descaro!

En Veracruz, el gobernador Cuitláhuac García demuestra el abuso de poder masivo encarcelando a cualquiera por que le critiquen, ya van dos mil personas, esto bajo el argumento de un inconstitucional delito de atentado a la autoridad y es ejemplo del uso abusivo y político del poder contra sus contrincantes al haber encarcelado José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política que preside Ricardo Monreal en el Senado.

También el hoy el titular de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett vive al amparo del poder presidencial a pesar de haber sido del autor de la supuesta caída del sistema de conteo de votos en la elección presuntamente fraudulenta de 1988 y que habría arrebatado la Presidencia al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas; además de que se ha comprobado su enriquecimiento inexplicable a su paso como funcionario federal y gobernador de Puebla… ahí están las casas de muestra.

Y qué decir de Martí Batres, aspirante de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, quien además de revender materiales de construcción que la entonces delegación Benito Juárez entregaba a los afiliados de la Unidad Popular Nueva Tenochtitlán, tuvo la cara dura de, en su soborno corporativista, regalar la leche Bety a sus militantes, a pesar de no ser leche real y estar contaminada con mierda.

Y como cereza del pastel la inexplicable lujosa vida del hijo del Presidente, José Ramón, en Houston. Que sin tener una trayectoria profesional destacada vive en una súper casa en la ciudad de Houston con una alberca de 23 metros. Casado con una mujer que tiene negocios con Pemex e intereses inmobiliarios en Holbox.

Así que sin duda el voto en 2018 se dio por la justificada ira popular por la corrupción del hoy protegido por el régimen Enrique Peña Nieto, y los mexicanos pensamos que eran diferentes y votamos por el cambio, pero han pasado cuatro años y ya nos demostraron que por más que repitan mentiras ya sabemos que son exactamente iguales que los otros.

 

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