La semana pasada, cuando el senador veracruzano Julen Rementería del Puerto le demandó a la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, bajar las tarifas de energía eléctrica tal y como se hizo en Tabasco, la respuesta automática de la zacatecana fue que se verían en el 2024, en otra arena.
Lo anterior demuestra dos cosas: la primera, que la aspirante de Morena a la gubernatura veracruzana lo que trae en la cabeza es la contienda del 2024; y la segunda, que para ella, el reclamo de cientos de miles de veracruzanos es simplemente un tema político.
Empresarios, comerciantes y demás veracruzanos tienen años demandando que se revisen las tarifas pues, pese a que somos uno de los principales productores nacionales, los recibos llegan muy altos. Ahí está el movimiento de resistencia civil Chucho El Roto, que pese a vivir en la periferia de la nucleoeléctrica de Laguna Verde, no ven un solo beneficio, sino todo lo contrario.
Tal pareciera que la funcionaria federal lo único que trae en la cabeza es el 2024 y se ve en una contienda cara a cara con el senador panista, al que dejó entrever, vislumbra como el gallo de la oposición.
Si Nahle cree que el reclamo es político, pues entonces ella misma tiene la solución: proponerle al Presidente que firme un decreto para Veracruz en el que se otorgue la tarifa más baja y se condonen adeudos… así, sin investigación alguna, sin estudios técnicos, con la simple voluntad de ayudar a los que ella y López Obrador consideran sus casi paisanos pues ambos se dicen veracruzanos sin haber nacido aquí.
Así ella podría arrebatar esa bandera política que argumenta, pues como bien reza el dicho: muerto el perro se acaba la rabia. Si bajara en 2023 las tarifas, podría poner un tapón a la oposición que hace eco del reclamo social y saldría en hombros derechito al 2024. Pero aunque puede, no quiere; ni siquiera lo va a intentar. Así, en 2024 vendrá otra secretaria o secretario al que habrá que reclamarle que Veracruz tenga una tarifa especial.
@YamiriRodriguez
