El DIF era una institución que, desde su creación a nivel nacional como en los estados, había sido un apoyo invaluable para millones de familias, no solo por la ayuda asistencial en especie, sino también por la orientación psicológica y legal brindada. Sin embargo, desde hace casi 4 años el DIF está desdibujado de todos los planos, y vaya que han surgido múltiples temas que requieren su intervención.
Por citar unos cuántos ejemplos está toda violencia desatada contra mujeres y menores no solo a raíz del confinamiento por la pandemia del Covid19, sino por la situación de inseguridad que prevalece en el estado y en el país. A mayor detalle, podríamos referir la enorme cantidad de huérfanos que han dejado la enfermedad y el feminicidio y de quienes pocos datos hay actualizados y que bien podría sumarse con otras instituciones con este fin.
Por eso, lo que más preocupa es la descoordinación e inacción con los DIF municipales, como lo vimos en el trágico asesinato de un menor de 12 años en la región de Orizaba. Su titular en Veracruz, Rebeca Quintanar Barceló ha sido una funcionaria bastante gris de cuyo trabajo poco o casi nada se sabe. En todo este tiempo ha entregado una cuantas láminas y tinacos, y eso en eventos protocolarios con el Gobernador, y no hay pronunciamientos ni reacción ante las frecuentes tragedias familiares que se suscitan en el estado.
Si revisamos el portal de la dependencia, se dará cuenta que las cuatro notas más recientes que tiene son del pasado mes de febrero y todavía se cuela una del año pasado. En sus redes sociales se comunican mayoritariamente superficialidades y, por ende, se sumerge cuando hay que hablar de los problemas torales de la entidad. Una muestra de cómo es el trabajo en general.
Como en muchas otras áreas del gobierno estatal, es necesario revisar lo que se ha hecho y, principalmente, replantear la estrategia, si es que la hay, pues el trabajo del DIF es de gran valía si lo que en verdad se quiere es reducir los niveles de pobreza, rezago y violencia que prevalecen en la entidad. Lo que hoy se hace es, simplemente insuficiente, mediocre.
@YamiriRodriguez
