OPINIÓN

El (nuevo) peligro amarillo

Hace varias décadas se hablaba del “peligro amarillo”, cuando Mao-Tse-Tung lidereaba China y solía decir que el día en que todos los chinos se pusieran de acuerdo para dar una patada en el suelo, el mundo lo pasaría mal. Y, sin duda, tenía razón.

Hoy, el problema tiene otros tintes. El gigante asiático aprendió a jugar con las reglas del capitalismo occidental hacia afuera, aunque se quedó con su sistema autoritario hacia dentro. Esto le permite gestionar a sus grandes masas y crecer a unas tasas que han convertido a este país en el motor económico del mundo.

Por eso es tan importante seguir con atención lo que ocurre con la epidemia de coronavirus, ya que las afectaciones en la aviación mundial y en la economía global, de la cual China es un motor de primer nivel, tendrán sin duda enormes repercusiones.

Al momento de escribir estas líneas el número de infectados con este nuevo virus alcanza la cifra de 40 mil 128 pacientes, de los cuales han muerto 906, la mayoría en China y sólo un par en Hong Kong y Filipinas. La buena noticia es que al parecer se ha encontrado una cura y la tasa de fallecimientos por número de infectados es 2.2% que, si se compara con el 9.,6% que se observó en la epidemia del SARS del 2003, resulta muy positiva.

Sin embargo, si el SARS o gripe aviar tuvo consecuencias tan devastadoras para la industria de transporte aéreo -las afectaciones se calcularon en 7,000 millones de dólares según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA)-, en esta ocasión el monto podría ser muy superior.

Y es que, independientemente de que del lado científico se ha logrado detener la mortandad, es un hecho que China está en cuarentena. En los casi 20 años que han pasado desde la epidemia del SARS hasta ahora, China ha incrementado 7 veces su importancia en el transporte aéreo y hoy aporta unos 660 millones de viajeros cada año.

Se estima que al menos el 25 por ciento del tráfico aéreo entre China y el resto del mundo se ha cancelado. Unas 24 aerolíneas de Europa y América, sobre todo, han cesado sus vuelos hasta nuevo aviso, estamos hablando de unos 48 mil asientos por semana que hasta el momento acumulan 4.4 millones de boletos (equivalentes a todo el mercado de la India). En el tráfico doméstico de la nación asiática, las cancelaciones llegan a 3.8 millones de asientos, un descenso de 26.2%.

De acuerdo con la IATA la demanda internacional se verá reducida en más de 1.6 millones de asientos. Pero eso no es todo: el fabricante de aviones Airbus, que posee una planta de ensamblaje en China para sus aviones A320, anunció que la planta permanecerá cerrada sin fecha prevista.

Por otra parte, se sabe que muchos tripulantes extranjeros, entre ellos mexicanos, se han quedado o sin trabajo o en cuarentena en espera de que la epidemia baje de intensidad. Esperamos que pronto se solucione este problema.

Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables, resarcirles a los trabajadores su patrimonio y dejar de culparlos por el quebranto.

Rosario Avilés / Despegues y Aterrizajes

raviles0829@gmail.com

@charoaviles

Artículos relacionados

Deja un comentario