El brote de sarampión en los Estados Unidos no muestra signos de desaceleración. El número de casos confirmados en todo el país es de 704, un aumento de 78 en la última semana, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Este es el peor año del país para el sarampión desde 1994 y aún quedan ocho meses de 2019. En 1994 hubo 963 casos.
Los 22 Estados que han reportado casos son: Arizona, California, Colorado, Connecticut, Florida, Georgia, Illinois, Indiana, Iowa, Kentucky, Maryland, Massachusetts, Michigan, Missouri, Nevada, New Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Oregon, Texas, Tennessee y Washington.
Muchos de los casos reportados son de Nueva York con 390 casos confirmados de sarampión en Brooklyn y Queens desde octubre.
La mayoría de estos casos han involucrado a miembros de la comunidad judía ortodoxa. Otros 202 han sido reportados en el Condado de Rockland.
El CDC recomienda la vacuna para todas las personas mayores de un año. Las personas que han tenido sarampión son inmunes.
La vacuna estuvo disponible en la década de 1960 y se considera segura y altamente efectiva. El sarampión se declaró prácticamente eliminado en los EE. UU., en el año 2000. Pero desde entonces ha regresado, incluyendo 667 casos en 2014.
“No hay tratamiento ni cura para el sarampión, y no hay manera de predecir qué tan grave será el caso del sarampión”, escribió el director de los CDC, Robert Redfield, en Twitter. “Algunos niños pueden tener síntomas muy leves, pero otros pueden enfrentar complicaciones más graves, como neumonía y encefalitis”.
