La llegada sigilosa de Ángel Carrizales a la titularidad de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) le da la oportunidad a Pemex de tener un funcionario a modo, y con nimios conocimientos en materia ecológica, para palomearle las condiciones ambientales en la construcción de la refinería de Dos Bocas.
De esta manera, Rocío Nahle, secretaria de Energía y Ocatvio Romero, director de Pemex tienen la confianza de darle celeridad al proyecto insignia de la Cuarta Transformación. A final de cuentas, Carrizales López se ha distinguido, en su curriculum, como un subordinado de la Presidencia.
Lo de menos es su falta de requisitos y experiencia para ocupar el cargo, pues todo se puede en favor de los proyectos de la 4T.
El Artículo 30, Fracción III de la Ley De la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos, el director Ejecutivo deberá “haber desempeñado cargos de alta responsabilidad, cuando menos cinco años, en actividades profesionales en el sector público o privado, sustancialmente relacionadas con las materias objeto de la Agencia”.
Entre lo preocupante de la imposición de Ángel Carrizales está que tenga bien estudiado el proyecto de Dos Bocas pues éste no provee información completa, exhaustiva y adecuada, que tome en cuenta los principios de prevención y precaución con el fin de garantizar el derecho a un medio ambiente sano. Tampoco indica la manera en que se garantizará la continuidad de los servicios ambientales de los que se benefician las personas que habitan en el municipio de Paraíso, en específico, y en el estado de Tabasco, en general.
En la ASEA existe un análisis elaborado por organizaciones ambientales que advierten que el sitio elegido en el municipio de Paraíso, Tabasco para construir la refinería no es adecuado para un proyecto de este tipo. Esto ha sido señalado por el propio Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) dependencia que elaboró la Manifestación de Impacto Aambiental.
El cual señaló que, entre los elementos que hacen inconveniente dicha ubicación se encuentran:
- a) Una amplia gama de especies protegidas o con estatus de peligro, principalmente relacionadas con pantanos, esteros o mangles como el mono aullador (Alouatta palliata) y el hormiguero norteño (Tamandua mexica), ambos catalogados como en peligro de extinción, además del cocodrilo de pantano (Cocodrylus moreletti), sujeto a protección especial;
- b) Una serie de lagunas y pantanos, con suelos arcillosos, que obligarían a realizar importantes obras para el acondicionamiento del terreno;
- c) Riesgo de potencial incremento del mar, ocasionado por la vulnerabilidad al cambio climático; y
- d) Alto potencial de esta localidad para desarrollar ecoturismo y una zona arqueológica.
Estas son algunas de las condiciones ambientales que debe analizar Ángel Carrizales o de lo contrario le dará trámite a un proyecto agresivo con el medio ambiente y su carrera tendrá el estigma de convertirse en un abyecto sin opinión propia, ni erigirse con la autoridad moral que le da su nuevo encargo.
De por si en su carrera ya carga con el estigma del “rechazado” ya que fue bateado en cinco ocasiones para optar por un lugar entre la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y el consejo de administración de Pemex. Y sus detractores necesitan una pifia para que les dé la razón.
Israel Mendoza Pérez / #DOBLECES
@imendozape