LEOPOLDO MENDÍVIL

Crónica Confidencial / Militares desbordados

LIC. ADÁN AUGUSTO LÓPEZ,

SECRETARIO DE GOBERNACIÓN:

+Una crisis no hay que

enfrentarla, hay que evitarla

Bob Menéndez, senador democrata EUA.

 

Como bolas de engrudo está la situación de la actividad militar en tareas de seguridad y aquí es cuando la narrativa, o mejor dicho la posverdad cuatroteísta, ya no aguanta.

Los eventos que pusieron a la SEDENA y a la Guardia Nacional tienen en común lo siguiente:

Los militares dispararon a matar, no a detener a quienes perseguían. Ambos hechos ocurrieron en Nuevo Laredo, Tamaulipas y hay inocentes muertos. A partir de ahí y por diferentes razones, los eventos han cobrado una riesgosa notoriedad.

El primer evento ocurrió el 3 de julio de 2020, cuando tres jóvenes inocentes murieron a manos del Ejército cuando éste perseguía delincuentes. Los elementos castrenses dispararon indiscriminadamente, sin percatarse de que estos jóvenes habían sido secuestrados.

El segundo evento tuvo lugar el 27 de febrero de este año, cuando cinco jóvenes fueron baleados al salir del antro; sólo uno sobrevivió. La historia del suceso es muy confusa y hay cuatro militares arrestados.

Ambos eventos tienen consecuencias políticas y sociales delicadas. Del primero (2020), gracias al hackeo de Guacamaya a los archivos de SEDENA y revelado por Proceso, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Artículo 19, SocialTIC, Animal Político y Aristegui Noticias, se sabe que el defensor de Derechos Humanos de Tamaulipas, Raymundo Ramos, fue espiado  en agosto y septiembre de 2020 con el spyware Pegasus. Por cierto, Ramos obtuvo un video del tiroteo en el que se escucha como uno de los militares da la orden a otro para que remate a los jóvenes, gravísimo delito este último. Aquí ya van dos ilegalidades.

Sobre este asunto del espionaje y en la mañanera del 10 de marzo pasado, el presidente perdió los estribos ante el cuestionamiento de la reportera Nayeli Roldán, de Animal Político (mis respetos a Nayeli  por su temple). Don Andrés reiteró por enésima vez que su gobierno no utiliza Pegasus y que no hace espionaje sino inteligencia, aduciendo razonamientos políticos.

No, don Adán, la diferencia para tipificar uno y otro es legal; es decir, si hay o no de por medio una orden judicial que permita hacer escuchas. Alguien está mintiendo sobre el uso de Pegasus, no sé si SEDENA o el inquilino de Palacio. Tercera ilegalidad.

El espionaje a un civil, Ramos, se complica porque desde el Centro Militar de Inteligencia parte la instrucción escrita y confidencial de entregar los resultados de dicho espionaje a la Policía Ministerial Militar, sin que llegue a formar parte de la carpeta de investigación sobre la balacera (Proceso, 07/03/23). Cuarta ilegalidad.

No conozco la integridad de Raymundo Ramos, a quien la SEDENA y el propio presidente acusan de tener vínculos con el narco. Si los tiene, ¿por qué no lo detienen? Si no los tiene, ¿por qué lo calumnian? Quinta ilegalidad.

Ahora pasemos al evento de 2023. El arresto de los militares  se dio por haber disparado sin la orden de hacerlo, según reza la versión oficial. Si fue una desobediencia de los elementos castrenses, ¿por qué entonces la marcha del domingo de militares en retiro y familiares de los que están en activo?

La manifestación no fue tumultuosa, pero es muy, muy grave. No recuerdo en las seis décadas que tengo de periodista haber visto una marcha del Ejército Mexicano protestando contra medidas del gobierno, ni siquiera cuando han apechugado en los momentos más álgidos de este país.

La manifestación hace que nos surjan varias preguntas:

  1. ¿Acaso los múltiples contratos de obra pública, el protagonismo y las nuevas leyes de militarización sólo han satisfecho a los militares de alto rango, pero no a la tropa?
  2. ¿Acaso de manera extraoficial se acabó con la consigna de los “abrazos” para dar paso a los balazos? Me cuesta trabajo tragarme eso de que “desobedecieron órdenes”, pero en todo caso y cuando se les pasa la mano, ¿los van a enjuiciar a todos?
  3. ¿Acaso se les pasa la mano por falta de entrenamiento o se trata de mandar un mensaje contundente al narco y a las bases sociales que han conquistado?
  4. ¿Acaso se acabó la consigna de los abrazos porque ya reconoció el gobierno que, como dicen en todos lados, el narco controla gran parte del territorio y el país se le está yendo de las manos a la 4T?

Son preguntas.

Esperamos respuestas.

 

Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com

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