OPINIÓN

Lo que dice la gente

POR TOMAS ZAPATA BOSCH

CARLOS REYES ALPUCHE “CHICHAN”

¡CAMPECHANO UNIVERSAL!

 

HOMENAJE A TODOS LOS QUE SE NOS ADELANTARON. – El pasado miércoles por la tarde sonó mi teléfono y era la llamada siempre grata de mi amigo y hermano Carlos Lenin Reyes Lezama, para invitarme al homenaje y develación de una placa conmemorativa en honor de los compañeros periodistas que se nos han adelantado en el camino, que se llevara a cabo hoy, en la plaza de la libertad de expresión. En esa llamada me recordó también que hoy se cumplen ya cinco años de fallecido de mi querido maestro y amigo Don Carlos Reyes Alpuche, mejor conocido como “Chichan” y nos reunimos para recordarlo a el, y a todos nuestros hermanos, con el afecto, respeto y admiración que se merecen todos ellos.

 

¿Quién HEREDO A QUIEN?.- A “Chichan” me lo “heredo” mi papa. A ver, déjeme contarle que si bien era mucho mas chico que Don Roberto Zapata Cartaya, -mi bien amado admirado y recordado papa-, por alguna razón se convirtieron en compañeros de francachelas y recorridos cantineros por toda la geografía citadina, en aquellas épocas que comenzaba uno la fiesta con el “Tío Mingo Lara” en el rincón colonial o el “Cuauhtémoc”, y la terminaban en el “camarón inquieto” de Don Vladimiro Magaña, pasando por “ojo e pulpo”, El “aguacate”, Chucho Acal en “el compadrito”, “Giovanni” etc; e incluso, en no pocas ocasiones fue mi posterior compadre, protagonista de riñas en las que en alguna oportunidad salió en defensa de mi papa. Pero todo por “servir se acaba” y llego el momento en que mi papa se retiro de esas épocas de gloria del culto a Baco y me dejo como responsabilidad acompañar a “Chichan” a la par que hacia yo mis “pininos” en el periodismo y el acababa de regresar de la ciudad de México, en donde fue reportero del periódico “El Día”, junto con su hermano y amigo Oscar Alberto Pérez García, mejor conocido como “El Campechano”, cuando ese periódico era dirigido por el celebérrimo periodista campechano Don Javier Romero. Chichan tenia en ese entonces la corresponsalía de la revista “Alarma” en el estado y yo era jefe de prensa de la policía, así que hacíamos buena mancuerna y recibíamos en esta ciudad a su director Don Carlos Samayoa Lizárraga, al que atendíamos a cuerpo de rey. Luego mi compadre fue jefe de prensa de la procuraduría general del estado, porque el jefe de la policía judicial era su también hermano y amigo el legendario policía campechano Don Eleazar Herrera Patrón, quien fuera alto mando del entonces servicio secreto de la policía capitalina.

 

LOS FESTEJOS PANTAGRUELICOS.- Con Carlos Reyes Alpuche, tengo decenas y quizá cientos de anécdotas, todas ellas mas que simpáticas, pues fui algo así como su asistente para la organización de las festividades que hacíamos en la sección 27 del sindicato nacional de redactores de la prensa; al grado, de que en una ocasión al calor de las copas y después de que había salvado la vida cuando un “astado” de la ganadería del comandante “Pinkus”, en su centro recreativo para adultos que se encontraba ubicado detrás del estadio “Nelson Barrera”, por poco y me “coge” un toro, pues su cornamenta quedo justo a un milímetro de mi pecho, enterrándose en la barda que rodeaba el lienzo taurino que ahí se encontraba. De ese calibre eran nuestros festejos y ahí esta la grafica de mi queridísimo Don Eduardo Hernandez, “El Chocho”, papa del “niño”, para el recuerdo. Ese día estuvieron con nosotros Don juan José Prado de Televisa, Felipe Milpa de Imevision; el “cangrejito” como le decía “Chichan” al entonces líder nacional del sindicato don Mario Cedeño, por la deformación que tenia en una de sus manos, que venia acompañado de nuestra paisana avecindada en el DF, pero de ascendencia Campechana y estrella del cine nacional Doña Rosita Bouchot y muchas otras leyendas del periodismo nacional.

 

PARA EL ANECDOTARIO.- En una ocasión fuimos en nombre de la dirigencia nacional del sindicato a darle posesion a la directiva en el estado de tabasco y al llegar nos quedamos en el hotel “Chocos” si mal no recuerdo y por alguna razón dejamos el automóvil en la calle y que nos dan “cristalazo” y nos roban durante la noche todas nuestras maletas, documentos y demás cosas que traíamos adentro y que no habíamos bajado por la hora y lo cansados -por no decir chumados- que habíamos llegado en la madrugada y que nos vamos al ministerio publico a denunciar y de ahí llamamos por teléfono al compañero que iba a tomar posesión como secretario general del sindicato de apellido Domínguez, quien nos dijo que no pusiéramos la denuncia que el llegaba en pocos minutos. Y así fue, en muy poco tiempo llego acompañado de un sequito impresionante… guaruras, varias guapas damas, 2 enanitos (personas de baja estatura para los “sentidos”) y 4 fortachones que cargaban detrás de todos dos neveras con hielo, cerveza, aguas y cocas y por supuesto botellas en abundancia de “Bacardi” y “Don Pedro”; que llega don Domínguez y sus asistentes le sirven en pleno ministerio publico un trago generosamente rebosado de “bacacha” a las 7 de la mañana y para nosotros 2 cervezas pa la cruda, ante la atenta mirada de agente del ministerio publico que se desvivía por atender a nuestro anfitrión y de paso a nosotros mismos. “No necesitan demanda” -nos dijo muy seguro de si mismo. –“a ver fulano” le dijo a uno de sus achichincles, ve que se resuelva esto y que les traigan sus cosas a los señores” mientras nos pedía que nos trasladáramos a su casa para poder atendernos con mayor libertad y resulta que era algo así como una “cuartería” con varios salones de fiestas, cuartos de seguridad y sabrá dios cuanta cosa mas, custodiada por unos tipos mal encarados con armas largas y el pistolón fajado a la cintura.

No habían pasado ni dos horas cuando nos trajeron todo lo robado y de paso- como en las películas- traían los “guaruras” amarrados a dos mozalbetes que casi lloraban pidiendo clemencia y el “padrino” -por llamarle de alguna manera- se volteo a “Chichan” y le pregunto: -“que castigo les ponemos don Carlos, usted decide” y Chichan con esa magnanimidad que lo caracterizaba, -y midiendo las consecuencias de sus palabras- le pidió al “padrino” que los dejara ir, lo que este hizo no muy convencido. –“vas a arruinar mi reputación jefe” le dijo reclamando medio en broma” “y van a querer hacer lo que quieran” nos dijo y como para sus adentros repitió: “es malo ser bueno”.

No ahondo mas en este viajecito porque hay muchas partes que todavía no son “anécdota”, pero ahí conocimos a “la mayor”, una dama que era elemento de la entonces temible Dirección federal de seguridad, (DFS) con la que tuvimos otra anécdota, pero esa historia se las platico despues, y pasamos una semana sumergidos en el alcohol y en excesos inimaginables, pero a final de cuentas nos acordamos a lo que íbamos y finalmente le dimos posesión como líder del sindicato a semejante truhan, que siempre que íbamos a tabasco nos daba trato de dignatarios.

 

MI MAESTRO, COMPADRE Y AMIGO. – Chichan se convirtió en mi compadre cuando fui padrino de XV años de la “Constitución”, bueno así le decía el a su hija Elia María de Lourdes, que nació precisamente un 5 de febrero en que se celebra el día de nuestra carta magna. También “compadreamos” con Don José Rafael Lavalle Pinzón, gran amigo del alma de mi compadre quien también acudía al llamado para acompáñalo en alguna de las “fases” de su francachela. ¿A ver, como que alguna de las fases? Si es que mi compadre la “agarraba” por hasta 15 días o mas y los amigos nos rotábamos para acompañarlo y siempre me decía… “¿que paso compadre, en cual vuelta me alcanzas”? Pero abandono completamente las mieles de los excesos alcohólicos cuando fue diputado local y uso como lema de campaña “así como supere mi crisis alcohólica superare los problemas de mi distrito” y pues si cumplió: “mas o menos” y para hacer mas llevadera la culpa pues nos íbamos al popular barrio del “7 de agosto” a casa de algún amigo de su distrito y mas recientemente a “uishar” el busto de Oscar Alberto Pérez García, su hermano del alma ya que ambos se prometieron que el primero que se fuera, iba a tener que soportar que el sobreviviente “uishara” su tumba o en este caso “busto” que procuro y promovió “Chichan” para que se construyera. En mi caso, afortunadamente, Lenin heredo la parte buena de su papa y habrá que ayudarlo para que se concrete la realización de un busto de mi compadre para que pueda yo ir a escondidas en la madrugada a “uisharselo”.

 

EL PREMIO ESTATAL DE PERIODISMO. – Puedo pasarme mil líneas ágata mas platicándole mis anécdotas y muchas que le conozco a mi compadre, pero no nos va a dar ni el tiempo ni el espacio, pero si quiero recordar que el es el artífice de la creación del premio estatal de periodismo que se entrega hasta la fecha. Era diputado local en la legislatura que presidia Don Nicolás Canto Carrillo y yo suplente en la misma y en una de las comidas que se hacían con motivo del “día de la libertad de expresión”, un 7 de junio, nació la idea pues venia siempre como invitado de honor Don Javier Romero, premio nacional de periodismo varias veces, articulista de “Excélsior” y director del periódico “El Día” cuando este era uno de los mejores del país. En aquella ocasión la comida fue en el mítico “303” de Don Carmito Buenfil frente a palacio de gobierno y estaban ahí todas las “vacas sagradas” del periodismo campechano, cuyos nombres voy a omitir porque no quiero que nadie falte, ni creo que les guste la idea de llamarlos “vacas sagradas” je,  y la idea fue de Don Javier y la retomaron de inmediato Chichan y Don Salvador López Espínola “Chavito”, lo que vio con buenos ojos Don Eugenio y por supuesto Don Nicolás Canto, por lo que Chavo López dio inicio a la redacción del documento respetivo con el apoyo también de Doña Lolita Lanz quien sin duda alguna tenia una gran influencia en la vida política local. Lo demás es historia, hasta el día de hoy continúa entregándose ese premio que es un gran reconocimiento para los compañeros periodistas del patio.

 

HOMBRE DE GRAN CORAZON.- Mucho puedo escribir sobre “Chichan” pues, así como era el “vil” a la hora de defender sus intereses y de la gente que el apreciaba con su pluma, también ayudo a muchísima gente en diversas áreas y por diversos motivos. Chichan fue artífice de que muchos jóvenes periodistas campechanos fueran becados en Cuba para realizar maestrías o diplomados; propicio el hermanamiento de varias ciudades de cuba con otras mas de nuestra entidad; trajo a destacados médicos cubanos a realizar sus practicas profesionales en Campeche; llevo a innumerables enfermos desahuciados que recuperaron su salud en la isla; trajo medicina cubana para enfermos de cáncer y muchas otras dolencias. En fin, mi compadre era de los que se quitaba la camisa para dársela a un desamparado e hizo mucho bien por todo el estado; al grado, de que en el poblado de “Xkeulil” en Champotón Campeche hay por decreto del comisariado municipal el “día de Chichan” que se festeja cada año. Descanse en paz mi compadre del alma y si bien yo había venido insistiendo que por el resultado de la ecuación ocasionada por la suma de sus buenas acciones y la resta de sus pecados, estaba “tin” (o sea en el purgatorio); después que me platicara el padre Armandito Rosado Cel, quien le otorgo la extrema unción en su lecho de muerte, que se arrepintió de todos sus pecados, me queda perfectamente claro que mi compadre esta sacándole “chayo” a San Pedro para organizar algún evento de “hígados reventados” o para ayudar a alguien.

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