STEPHANIE HENARO

Piezas de ajedrez rusas

Mike Pompeo, Secretario de Estado estadounidense, llevó a cabo una gira por Europa del Este concentrada en ataques a Rusia y China

Que los ojos del mundo estén puestos en tratar de descifrar quién será el próximo presidente de los Estados Unidos, no quiere decir que las piezas de ajedrez se hayan dejado de mover en el tablero de los países poderosos, y con esto me refiero a Rusia.

Estamos concentrados en lo ocurrido en Iowa, en el manifiesto político del presidente Trump en su presupuesto para el 2021, en lo que está por ocurrir en New Hampshire, y en la alerta que ha lanzado el director del FBI sobre la posible injerencia rusa en las elecciones a través del marketing político en plataformas como Facebook, pero a lo que voy, es que el mundo no para por los procesos electorales de EEUU y Rusia no ha dejado de mover algunas piezas en las que México no está absuelto.

Somos peones en el juego de los poderosos y esta es una verdad incómoda que habremos de tener cada vez más presente.

Porque al mismo tiempo que Mike Pompeo, Secretario de Estado estadounidense, llevó a cabo una gira por Europa del Este concentrada en ataques a Rusia y China, en donde visitó países como Hungría, Eslovaquia, y Polonia, el canciller ruso tuvo una gira Latinoamericana que comprendió Cuba, México y Venezuela destinada a fortalecer la presencia de su país en la región Latinoamericana.

Visitas que en el lenguaje popular se traducen fácilmente en un “ojo por ojo, diente por diente.”

En su visita a Cuba, el canciller Lavrov, reafirmó el compromiso de su país en el plan de desarrollo cubano 2030 en el que resaltan con planes de reparación y modernización de los ferrocarriles, construcción de bloques energéticos, adiestramiento de especialistas, cooperación médica y la contención de las medidas coercitivas aplicadas por Estados Unidos.

Por otro lado, en la que fue la primera visita de un canciller ruso a México en 10 años,  las conversaciones se centraron en fortalecer los lazos en temas relacionados con el turismo, educación, mejora de lazos comerciales, compra de equipo militar y apoyo en el combate al narcotráfico.

Cabe resaltar, que los lazos entre ambos países, se han ido fortaleciendo a través de los años. Según las estadísticas rusas, en 2018 el intercambio comercial bilateral alcanzó 2.9 mil millones de dólares, lo que representa un aumento de 19.2% en comparación con 2017. Las exportaciones rusas crecieron de 1.5 mil millones de dólares en 2017 a 2 mil millones de dólares en 2018.

Hoy somos el segundo socio comercial mas importante de Rusia en América Latina después de Brasil mientras que somos el número uno en los planes de construcción del muro de Trump y en su lógica electoral de insultos.

Finalmente Lavrov hizo escala en Venezuela para estrechar la mano de Maduro poco tiempo después de que Guaidó fue ovacionado en Washington por el Congreso estadounidense. Moscú es el segundo socio comercial del regimen chavista, después de China, y el canciller   demostró que la presencia del Kremlin no disminuirá al anunciar que la cooperación militar técnica se seguirá desarrollando para aumentar la capacidad de defensa en contra de “amenazas externas.” Al mismo tiempo que no oculta su deseo de obtener un papel como mediador al reunirse con un sector minoritario de la oposición.

Rusia lo quiere todo y la tensión entre Washington y Moscú podría aumentar si Juan Guaidó es encarcelado, en estos días, después de una gira internacional por Europa, EEUU, y Canadá, en la que desafió la orden del regimen chavista, que le impedía salir del país.

Estemos atentos a lo que pueda suceder en Venezuela, pero no sin antes recordar que México también forma parte de los planes hegemónicos del Kremlin en los que el canciller Sergei Lavrov declara que “Rusia tiene la visión de una expansión comercial, cultural y de dominio territorial en América Latina y, si EE.UU. sigue descuidándola, Rusia se va a ir metiendo más y más”.

Queda claro que somos peones de una batalla geopolítica entre Washington y Moscú pero lo interesante aquí será ver si seguiremos siendo eternas piezas del tablero estadounidense, o si los descuidos, harán que algún día nos convirtamos en piezas de ajedrez rusas.

El muro podría acabar encerrando a Estados unidos.

El último en salir apague la luz.

Stephanie Henaro

@HenaroStephanie

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