LEOPOLDO MENDÍVIL

Crónica Confidencial / Gesta cardenista, ¿”reloaded”?

JESÚS RAMÍREZ CUEVAS,

VOCERO DE LA PRESIDENCIA:

 

+ Segundas partes nunca fueron buenas

Refrán Popular

 

Lo invito a hacer un ejercicio de imaginación.

Día: 16 de septiembre de 2022. Hora: 14:00 aproximadamente. Lugar: Plancha del Zócalo con vista al balcón presidencial. Entorno: la plaza está a reventar de gente y las Fuerzas Armadas más engalanadas que nunca; los medios de comunicación listos para transmitir el discurso mediante el cual el presidente fijará su posición respecto del diferendo que Estados Unidos y Canadá mantienen con México en el marco del T-MEC.

Andrés Manuel, siempre hábil comunicacionalmente, dará un discurso cargado de arengas nacionalistas, condenando a la picota popular a quienes lo contradicen. Y a partir de ahí, seguirá el guión escrito en 1938 por Lázaro Cárdenas con motivo de la expropiación petrolera.

Solo que… se trata de dos asuntos totalmente distintos.

En 1936, la discusión empezó porque las empresas estadounidenses y británicas se rehusaron a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores petroleros, pese a la resolución de la Suprema Corte de la Nación a favor de estos últimos. Así las cosas, el conflicto escaló hasta convertirse en una disputa con el Estado Mexicano. Cárdenas acusó a las empresas de expoliar un recurso nacional. Razón no le faltaba.

En el T-MEC, se trata de un diferendo técnico-económico: el trato preferencial otorgado por nuestro gobierno a la CFE y PEMEX en cuanto al despacho de energía eléctrica y venta de gas, respectivamente. Claro, AMLO ha llevado el diferendo a una discusión ideológica acusando a las empresas de tratar de apoderarse de nuestro petróleo, lo cual dicho sea de paso no está incluido en el diferendo.

La expropiación petrolera recibió manifestaciones populares de apoyo, pero las más de ellas fueron producto de una hábil maquinaria propagandística para hacer crecer el respaldo social y así legitimar la decisión, previendo consecuencias difíciles para el país.

Hubo de todo: anuncios en la radio para inflamar el ardor patrio, apoyados en la proliferación de carteles y volantes que llegaron a los rincones más alejados. Ahora tenemos la mañanera, junto con las noticias alrededor de ésta, difundidas en los medios y redes sociales, dominando la agenda pública.

El magisterio jugó un papel relevante en la difusión del mensaje justificando la expropiación. Hoy en día es probable que las dirigencias del SNTE y tal vez de la CNTE acepten apoyar a AMLO, pero dudo que puedan movilizar uniformemente a los maestros; en todo caso, ¿a cambio de qué?

Otro sector relevante para la propaganda cardenista fue el de las mujeres, quienes con listones tricolores en el cabello formaron contingentes femeniles como parte del Comité de Redención Económica Nacional. Su misión era recaudar fondos para pagar las indemnizaciones a las empresas extranjeras.

Hoy en día, las mujeres -tan lastimadas por la 4T y la violencia- ni de broma se sumarían espontáneamente a una causa similar en el probable caso de que el panel de expertos imponga a México una severa multa. Pero bueno, el gobierno puede echar mano de los Jóvenes Construyendo el Futuro y los adultos mayores, amenazados de que les quitarán sus becas y pensiones.

La Iglesia Católica hizo su parte en la expropiación, apoyando la idea de los donativos para pagar la deuda del petróleo. En la actualidad, el clero ha resentido el maltrato presidencial, pues lo ha acusado de estar “apergollado” por la oligarquía.

Y desde luego, una buena parte de los intelectuales y artistas respaldaron a tata Lázaro; baste recordar que el muralismo mexicano estaba en todo su esplendor. Hoy los intelectuales han sido insultados reiteradamente y los artistas han visto como se cierran los fondos de apoyo a la creación.

A partir de la expropiación, Cárdenas tuvo la oportunidad de generar un nuevo mito fundacional, pues los tiempos y las circunstancias le favorecían: apenas dos décadas atrás había concluido la Revolución e imagino la energía social, dispuesta a la configuración de la nueva Nación.

Hoy, el país vive una globalidad que toca a un gran número de mexicanos, de una u otra manera. ¿Querrán ir hacia un nacionalismo que anuncia más presiones a las ya muy lastimadas economías familiares? Claro, siempre están los AMLOvers, dispuestos a tragarse cualquier propuesta del líder.

En fin, Jesús, creo que en esta “gesta” en la que se ha embarcado el presidente, hay que medirle el agua a los camotes, como dicen por ahí. Me temo que no las tienen todas con ustedes.

Las consecuencias políticas y sociales pueden ser desastrosas para todos.                                Colaboró: Upa Ruiz   uparuiz@hotmail.com  

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