VICKY FUENTES

Negocios, Política y algo más / ¿Por qué Robles no inculpará a Peña Nieto?

Vicky Fuentes

El pasado martes 24 de noviembre Rosario Robles finalmente decidió convertirse en testigo colaborador de la Fiscalía General de la República. Los meses han transcurrido inexorablemente y el encierro seguramente ha mermado la salud y el ánimo de la ex titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en el sexenio pasado. Quince meses se dicen fácil, pero deben ser mucho más pesados si los que se decían sus amigos la han olvidado; los que supuestamente la apoyarían la dejaron a su suerte y los que están siendo investigados como el ex titular de PEMEX Emilio Lozoya, goza de los beneficios que la Ley les ofrece a cambio de ser “informador” y testigo colaborador para enjuiciar a los personajes del sexenio anterior que estuvieron involucrados en el escándalo de la “Estafa Maestra”.

Otra de las razones que empujaron a Robles Berlanga a convertirse en testigo colaborador fue debido a los señalamientos de quien fuera su hombre de confianza y colaborador Emilio Zebadúa hacia gente aparentemente “incorruptible”, ya que dijo, “callarse sería otra gran injusticia”. En una charla vía telefónica con el periodista Ciro Gómez Leyva, Rosario Robles aclaró que no imputaría ni acusaría al expresidente Peña Nieto, y tampoco al exsecretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.  Pero ¿cuál es la razón de defender a Peña Nieto no involucrándolo en la trama? Creo tener la respuesta.

Difícil de olvidar el escándalo del 2004 donde Carlos Ahumada (pareja de Robles en ese momento) grabó cómo entregaba dinero al señor de las ligas René Bejarano, quien entonces era líder de los diputados del PRD en la ciudad de México, y cómo se va dando en cascada una serie de rompimientos y desencuentros con el PRD y sus militantes, incluido el hoy presidente López Obrador; lo que ocurrió en ese tiempo ya es historia, lo cierto es que con la detención y encarcelamiento de Carlos Ahumada, ella pasó meses complicados, de infierno,  meses de escarnio público y rechazo social por la relación sentimental que mantenía con el empresario.

Sucedió hace algunos años una tarde fría de domingo, lugar: “La Vista Country Club”: Gobernaba el municipio de Puebla Blanca Alcalá quién invitó a algunas mujeres de distintos ámbitos, tanto empresarial, social y de medios de comunicación. La idea era compartir e intercambiar impresiones con Rosario Robles quien venía a hacer campaña por Enrique Peña Nieto. Si mal no recuerdo debe haber sido mediados de Octubre del 2011.  El grupo no fue mayor a treinta mujeres que tomamos café y charlamos con ella. Durante la charla, se dio un momento en el que pudimos estar un rato solas; platicamos de la participación de la mujer tanto en política como en los medios de comunicación y la imperiosa necesidad de incrementarla. Ella es una mujer fuerte, asertiva y decidida; dejaba ver claramente qué quería y como lo lograría. Fue inevitable preguntarle por qué estaba apoyando tan decididamente a Enrique Peña Nieto, sobre todo después del gran desgaste político y personal por el tema Ahumada; ella respondió tranquilamente, fue pausada, me miró a los ojos y me dijo:

“Vicky, ¿puedes imaginar el dolor, abandono, burla, escarnio público y angustia que viví en aquellos momentos?  Los que se decían mis amigos me abandonaron, por amor perdí muchas cosas valiosas de mi vida y la única persona que me apoyo sin condiciones se llama Enrique Peña Nieto. ¿Cómo no apoyarlo ahora? Él me regresó a la vida pública y política, nos va a ir bien a todos, él es un hombre inteligente”.

Rosario Robles es, no me cabe duda, una mujer de convicciones, conoce el sabor de la deslealtad y no tocará la figura de aquel que le tendió la mano y le apoyó para superar una de las peores etapas de su vida.  La gran pregunta es ¿Dónde termina la lealtad y comienza la verdad y la justicia?  Espero tus comentarios en  @NoticiasVicky   y  FB  VickyFuentes/Oficial

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