A pesar de los reclamos, manifestaciones e intentos de reventar la asamblea del sábado, en la que los consejeros estatales de Morena eligirían a su primera presidenta estatal, este evento, sí se llevó a efecto, pero no en la ciudad de Durango, ni en Tamazula, como se había especulado, fue en Mapimí, en un terreno «neutral» al que no pudieran llegar los «facinerosos» que se la tenían jurada a Marina Vitela y a Otniel García Navarro, por lo que la reunión se pudo llevar a cabo sin contratiempos, siendo el gran ganador de la misma, Otniel García Navarro, pues logró imponer como presidenta del comité estatal a Lourdes García Garay, quien le es leal a muerte desde que ambos estaban en el Revolucionario Institucional, cuando García Navarro fue dirigente del Movimiento Territorial, el PRI municipal y el PRI estatal, etapas en las que ella fue su secretaria particular, por lo que sobra decir a quien le rendirá cuentas.
De igual manera este fin de semana, surgió una confusión de que si Marina Vitela era la nueva dirigente estatal del partido, pues en dicha asamblea, se acordó que fuera ella la presidenta del consejo estatal, un cargo casi casi simbólico, pues no tiene acceso a las prerrogativas del partido y mucho menos a las candidaturas, siendo esa una facultad del nuevo comité estatal que ahora es encabezado por Lourdes García Garay y otros personajes, afines a Otniel García Navarro, por lo que en los hechos, Vitela Rodríguez bien podría ser la gran perdedora de ese reparto, pues en los hechos, no podrá tomar decisiones importantes dentro de ese partido, aunque eso sí, al validar a la nueva dirigencia estatal, bien podría estar amarrando ir en la fórmula al senado en el 2024 junto a quien en los hechos, tomará todas las decisiones en ese instituto político.
Por si hay a quienes aún les quedan dudas del dominio que Otniel García Navarro ejercerá en el nuevo comité ejecutivo estatal, basta ver el resto de las carteras de ese partido y quienes estarán al frente de las mismas, pues por ejemplo, el secretario general será el mismo; en la secretaría de organización estará su aliado en la elección de consejeros, Andrés Barba Martínez Barba; en Finanzas Estrella Salcido Medina; en Formación, Francisco Bolívar Guerrero; en el área de comunicación Susana Murillo Ramírez y; en la secretaría de la mujer, Jessica Pérez Balderas todos y cada uno de ellos y de ellas, le tienen jurada su lealtad al ex priísta, el cual, está claro que fue el más beneficiado de esa asamblea y le querrá sacar todo el jugo posible, lo cual, se verá en aproximadamente un año, cuando inicie el proceso electoral del 2024 y en el que, tratará de potenciar a sus cuadros y cobrar revancha de quienes le quisieron meter el pie a él y a su proyecto, el cual por ahora sigue vivo, más vivo que nunca dirían algunos.
Sin embargo, no se pueden echar las campanas al vuelo, pues si el multicitado no es capaz de consensar y calmar las aguas morenistas en Durango, ello pudiera generarle mucho ruido en las decisiones que tome en el 2024, pues ya está por demás comprobado que cuando el canibalismo se deja suelto en Morena, los costos pueden ser más altos de lo que muchos pueden imaginar y basta ver, como les ha ido en elecciones pasadas en donde las imposiciones fueron una constante y los resultados electorales un verdadero desastre, por más que dentro de dos años, vaya en las boletas el candidato o candidata presidencial, eso no es garantía de nada, pues junto con esa elección, también deberán renovarse el congreso local, la cámara de diputados y desde luego, el Senado de la República, elecciones aparte, en donde deberán ir los mejores hombres y mujeres, caso contrario, les pasará lo mismo que en el 2019 y este 2022.
Al tiempo…