YAMIRI RODRIGUEZ

Indira, Indira, Indira

La senadora panista veracruzana Indira Rosales Sanromán ha tenido una carrera meteórica gracias al patrocinio de los Yunes azules.  De coordinadora de gestión de Fernando Yunes como diputado local, se convirtió en Secretaria de Desarrollo Social en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares; después la hicieron senadora por la vía plurinominal y, en el jaloneo por la dirigencia, Secretaria General del Comité Directivo Estatal.

La gracia de la porteña radica en la lealtad que le tiene a la familia: no tiene vida propia -política, claro está-, por lo que su ausencia en la sesión donde se discutía la ampliación de la Guardia Nacional hasta 2028, abrió la puerta a las especulaciones.

Llamó la atención que en la sesión del pasado miércoles fue la única que se ausentó.  ¿A poco tenía algo más importante que atender que un tema que define el presente y futuro del país?   De la información que cimbraría a México, del viejo guango en 2017 y de la  reciente polémica por la torre en el Puerto de Veracruz, de pronto se pasó a un silencio sepulcral.

Evidentemente, Indira Rosales no toma sola sus decisiones políticas y menos las de este calibre, por lo que el sentido de su voto, su asistencia o inasistencia en temas coyunturales, pasan por el tamiz del grupo al que pertenece, aunque al final ella sea la que queda mal parada, la que recibe las críticas.

El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, simplemente hizo mutis sobre la ausencia de su senadora.  En un tweet reconoció a las y los senadores de oposición por defender a México, durante la discusión de minuta reforma constitucional a la GN, “porque resistieron a la coerción y ofrecimientos del gobierno y de Morena”.  Pero, ¿e Indira? Ella, simplemente, callada, callada; por algo será.

Muy lejos está la señora Senadora de ser una verdadera representante popular; es, a todas luces, la digna representante del Grupo del Estero.

@YamiriRodriguez

Artículos relacionados

Deja un comentario