La Secretaría de Salud informó que, al menos hasta el cierre de esta columna, había detectado 3 casos sospechosos de coronavirus: dos en la capital Xalapa y, uno más, en Poza Rica. Pero incluso antes de que esto se diera a conocer de manera oficial, cuando se mencionó que ya había un caso en el país, se desataron las compras de pánico.
En farmacias y supermercados prácticamente ya no hay ni cubre bocas, ni gel desinfectante, ni ningún líquido o spray que elimine bacterias y, en los pocos establecimientos que sí hay, los precios se han disparado.
La psicosis colectiva es muy similar a la del AH1N1, aunque en esta ocasión el factor agravante es nuestra casi obsoleta Secretaría de Salud, a cargo de Roberto Ramos Alor. No hemos terminado de salir aún de la crisis del dengue, para la que recomendó este año quemar cáscaras de coco, cuando ahora ya tenemos la pandemia en el estado. Era cuestión de días para que llegara al país y al estado, pero para no variar, nos agarra desprevenidos.
¿Qué va a pasar con todos esos casos que no van al sector salud, sino a los médicos de farmacias como Simi y Del Ahorro? ¿Tendrán las camas suficientes y los respiradores para atender a los enfermos?
Ahora: las dos sospechosas de Coronavirus viajaron a Italia, a un congreso en el que coincidieron. El hombre, por contacto directo. Imagínese que las dos mujeres viajaron en avión por 8 o 10 horas hasta México. Si tomaron autobús a Xalapa y Poza Rica, estuvieron en contacto con otros 40 pasajeros, más todas las personas a las que saludaron y con las que convivieron en los días subsecuentes.
En vía de mientras hay que caer en pánico, hay que informarse y seguir las recomendaciones de las autoridades de Salud: lávese las manos constantemente, cúbrase la boca si tose o estornuda y lleve una alimentación sana.
Yamiri Rodríguez Madrid
@YamiriRodriguez