El Partido Revolucionario Institucional (PRI) está inmerso en su proceso de renovación, tanto a nivel nacional como estatal. Conforme pasan los días, son más los que han externando sus intenciones de contender: unos con muchas posibilidades y, otros, simplemente como una vacilada.
Este fin de semana, los priistas veracruzanos, a través de su consejo político estatal, determinaron, por primera vez en su historia, utilizar el método de consulta abierta entre sus militantes. Hasta el momento la carrera está cerrada entre el porteño Marlón Ramírez Marín y el ex diputado federal y ex delegado del IMSS, Antonio Benítez Lucho. Mucho más atrás está Adolfo Ramírez Arana, más los que se acumulen.
A nivel nacional son varios los nombres que suenan. Los que se mueven con mayor intensidad son los del gobernador de Campeche, Alejandro Moreno y de la guerrerense, Carolina Viggiano, quien ha sido diputada local y federal y primera dama en el estado de Coahuila.
Por eso suena a vacilada que Lorena Piñón Rivera se autopromueva como aspirante a suceder a Claudia Ruiz Massieu en el cargo a partir de agosto de 2019. Muchos se preguntarán: ¿quién es Lorena Piñón?, pues esta veracruzana no es conocida ni en su propio estado.
Antes de que acuse violencia política de género habría que subrayar que Lorena Piñon nunca ha ganado una sola elección. En la más reciente que contendió, por la presidencia municipal de su natal San Rafael, obtuvo una paliza electoral del PRD.
De ahí que, con una sonrisa en los labios, muchos de sus correligionarios en el estado pregunten cómo cree que podrá entonces sacar avante una elección federal. Tampoco tiene la gran experiencia política pues lo más destacable de su currículo ha sido ser delegada federal de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en el estado, siendo lo más “celebre” que hizo, la foto que ella subió a redes sociales con Elba Esther Gordillo cuando vino a sacar su pasaporte a Xalapa.
Tampoco tiene las relaciones que se necesitan para ser dirigente nacional del tricolor. Si hacemos una encuesta entre los diputados federales, senadores y gobernadores de su partido, difícilmente sabrán quién es. Inmensa desventaja frente a Alejandro Moreno, quien es presidente de la Conago y que, por ende, tiene interlocución diaria con sus homólogos incluso de otros partidos.
Y ni mencionar que tampoco se la lleva por simpática pues quienes han colaborado con ella acusan malos tratos y prepotencia. Nadie puede negarle la intención. Ella cree que el PRI veracruzano quedó chico, aunque ahí tampoco la hubiese pegado. Lo cierto es que como bien dice una frase, si a Presidente quieres llegar, por jefe de manzana debes empezar y en el caso de la osada veracruzana, creo que ni regidora ha sido.
Yamiri Rodríguez Madrid
@YamiriRodriguez