DRA. ALEXIA BARRIOS,
ANALISTA POLÍTICA:
+ La soberbia no es grandezaa,
sino hinchazón
San Agustín
El viernes pasado hice una primera entrega comentando sobre la columna que usted escribió con el mismo título en el portal SDP (julio 11, 2018). Con gran tino, usted planteó los riesgos que veía en Andrés Manuel López Obrador y que hoy se han hecho realidad. Así que continuemos, doctora Barrios.
Pecado 4. El mandato ciudadano o la repartición de cuotas. Andrés Manuel no ha cumplido con el mandato ciudadano referido a tres temas nodales.
Primero, la corrupción sigue igual. Ahí están el desfalco a SEGALMEX, la contratación de empresas fantasmas boletinadas por el SAT, la Estafa Verde y el caso de su hermano Pío, por solo mencionar algunos. Nadie sabe dónde o en qué se usaron los Fondos de Estabilización o los recursos de los fideicomisos cancelados.
De hecho, México cayó al lugar 12 dentro de los 15 países de América Latina en el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción 2022.
En cuanto al combate a la inseguridad, pues ¿qué le digo? El presidente presume que se redujeron en 10 por ciento los homicidios dolosos, algo que ninguna administración había logrado. Claro, después de que los asesinatos subieron como la espuma.
En el mismo caso está el combate a la desigualdad. Efectivamente, la brecha entre los más ricos y los más pobres se ha reducido, pero sólo porque estos últimos ganan menos, en vez de que los primeros mejoren.
Asimismo, la 4T cayó en el clientelismo y el amiguismo que usted advirtió. Los programas sociales, en los que se gasta mucho de los recursos públicos, son paliativos sin siquiera medir su efectividad. En cuanto a las cuotas para los cuates, el presidente prefiere a la lealtad (90 por ciento) sobre la capacidad (10 por ciento) en los funcionarios que le acompañan.
Pecado 5. El capricho por encima de la razón. Todas las voces expertas de múltiples disciplinas señalaron la inconveniencia del Tren Maya y la propia Auditoría Superior de la Federación (ASF) advirtió que su rentabilidad está en duda. Y ahí sigue.
En el caso del AIFA, por más que diga López Obrador que es el mejor de América Latina, no pasa de ser un aeropuerto adecuado para una ciudad del interior y ni siquiera tiene plan de negocios con las líneas aéreas. Por cierto, cuando la ASF estimó las indemnizaciones por la cancelación del NAIM, el presidente montó en cólera y casi obligó al organismo a cambiar las cifras.
Podríamos agregar el diferendo dentro del T-MEC; las confrontaciones con el gobierno español y las empresas hispanas; el fondeo sin fin a PEMEX en vez de reconvertirlo y un largo etcétera.
Lo más grave de los caprichos amloístas es que por sacar adelante sus cada vez más costosos megaproyectos, la inversión pública y el gasto en rubros que sí son igualadores sociales, como salud y educación, se han visto mermados,.
Pecado 6. La reinvención del país. La gente que votó por AMLO lo hizo esperando un cambio que atendiera los tres mandatos comentados al principio. Nadie le dio su voto para que México se volviera un paisito, en el cual nos conformáramos con un par de zapatos y donde la ciencia, la tecnología, la cultura y la globalización no tuvieran lugar. De lo que se trata es de acercar a los mexicanos excluidos a una modernidad que les dé mejores oportunidades de desarrollo personal.
En este ánimo reformador y vindicativo, son varias las políticas públicas e instituciones de larga data que, literalmente, se ha llevado entre las patas. Las reformas que sí debió hacer, como la fiscal, han brillado por su ausencia.
En vez de corregir para reformar, le gusta destruir.
Pecado 7. El futurismo. Es realmente un juego perverso haber lanzado al ruedo a las corcholatas. En vez de que los suspirantes se destaquen en el ejercicio de sus funciones, lo deben hacer con un seguimiento ciego a los deseos presidenciales. Asimismo, AMLO ha tensionado el muy alebrestado ambiente político y mete a los pre-candidatos en una dinámica de pre-campaña a todas luces ilegal.
Una última reflexión, doña Alexia. Si nos atenemos a las encuestas, la población aprecia al presidente y cree en sus buenas intenciones, pero reprueba su gestión. ¿Usted cree que la gente quiera más de lo mismo?
Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com
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